Mariano Riva: “Me suspendieron con un sumario amañado; no soy ningún acosador ni violento de género”

El juez laboral de Mar del Plata, Mariano Riva, habló por primera vez tras su suspensión y cuestionó duramente al fuero local y a la Suprema Corte bonaerense. Denunció que el proceso en su contra fue “manipulado”, con pericias “parciales” y “testigos presionados”.

El juez laboral marplatense Mariano Riva, actualmente suspendido y sometido a un jury, rompió el silencio en declaraciones a la 99.9, donde aseguró que su apartamiento responde a “maniobras internas” dentro del fuero laboral y a un “procedimiento sumarial completamente amañado”.

“Desde que arrancó el tribunal en 2012 tuvimos dificultades, pero nunca imaginé que terminaría en esta situación. Fui suspendido injustamente, con un proceso manipulado desde adentro. Yo no soy ningún acosador sexual ni un violento de género”, sostuvo Riva.

El magistrado repasó los conflictos que atravesó el Tribunal del Trabajo de Mar del Plata, al que calificó como “un fuero manejado por completo por las juezas Bartoli y Slavin”. Según su relato, las tensiones comenzaron con la llegada de la doctora Bartoli en 2014, y se agravaron con el paso del tiempo. “Era imposible trabajar. Había conflictos diarios, discusiones, música durante las audiencias, situaciones que puedo probar con grabaciones y testigos”, afirmó.

Riva negó de plano las acusaciones en su contra: “Jamás levanté la voz ni ejercí violencia contra nadie. Fui a trabajar todos los días, incluso en momentos muy difíciles, como cuando mi madre estaba enferma de cáncer. Nunca tuve expedientes atrasados ni libranzas demoradas”.

El juez también cuestionó el accionar de los inspectores enviados por la Suprema Corte: “Tuvieron a los testigos seis horas declarando. Preguntaban, repreguntaban y anotaban solo lo que les convenía. Cuando alguien no decía lo que ellos querían escuchar, lo sancionaban. Hay gente procesada por falso testimonio solo por no acomodarse al guion”.

En ese sentido, Riva apuntó a los peritajes psicológicos y psiquiátricos realizados en el mismo edificio judicial: “Las pericias las hicieron personas afiliadas al mismo gremio que impulsó la denuncia, el de la Asociación Judicial Bonaerense. En otros casos, cuando les convenía, se hacían en otra jurisdicción. Todo estuvo direccionado”.

El magistrado vinculó además su situación con el poder de influencia dentro del fuero laboral: “Una de las juezas involucradas tiene llegada directa a la Suprema Corte, es íntima amiga de la doctora Hilda Kogan. El día después de que nos licenciaron, Kogan fue personalmente al tribunal. Ya estaba todo decidido. Cuando intenté recusarla, el expediente se aceleró de forma inexplicable”.

Riva cerró con una reflexión personal: “A mí ya me mataron en vida. Me suspendieron, me difamaron y me dejaron sin defensa. Pero lo voy a decir con orgullo: soy hijo de un gomero y una costurera, y no voy a callarme. Lo que pasa en el fuero laboral de Mar del Plata tiene que conocerse”.

El proceso contra el juez Riva continúa en trámite, con una suspensión preventiva y una reducción del 40% de su salario mientras avanza el jury.