El licenciado en Ciencias Geológicas Ignacio Rovira analizó en la 99.9 el enorme potencial minero, energético y metalífero del país, con foco en la Patagonia y el Mar Argentino. Señaló que la coyuntura actual abre una ventana inédita para desarrollar recursos naturales estratégicos como cobre, oro, gas, petróleo, minerales polimetálicos y uranio.

El licenciado en Ciencias Geológicas Ignacio Rovira afirmó en declaraciones a la 99.9 que Argentina atraviesa una oportunidad única para poner en valor su vasto potencial geológico, una riqueza que —según sostuvo— es “de una intensidad poco frecuente en el planeta” y que permanece en gran parte subexplotada. Su análisis se basó en un reciente posteo en redes sociales que ilustra, mediante un perfil geológico de 2000 kilómetros, cómo se concentran en el país múltiples sistemas mineralógicos y energéticos.

Rovira explicó que la apertura económica y la reactivación de proyectos vinculados a la extracción de recursos naturales podrían generar un fuerte ingreso de divisas y una reactivación económica sostenida. “Argentina, por su geología particular, concentra recursos de enorme valor tanto en la Cordillera, como en las cuencas petroleras, en el Macizo Norpatagónico y en el Mar Argentino”, detalló.
El geólogo describió primero el corredor mineral de la Cordillera de los Andes, donde la subducción genera ascenso de magma cargado de hierro, cobre, níquel, oro y plata. Allí destacó los pórfidos metalíferos de San Juan, la reactivación minera en Mendoza y el potencial de Catamarca y La Rioja. “Es un cinturón cuprífero de clase mundial”, afirmó.
Luego repasó la Cuenca Neuquina y Vaca Muerta, que ya demuestran resultados excepcionales en petróleo y gas. Señaló proyectos en marcha como Argentina LNG y la reversión del Gasoducto Norte para exportar gas a Brasil, además de la relevancia histórica de la Cuenca Cuyana y la Cuenca Arauquina.
En el Macizo Norpatagónico, Rovira subrayó nuevamente el potencial metalífero y mencionó el caso del proyecto Navidad en Chubut, hoy frenado por restricciones ambientales. “Es un proyecto de clase mundial con leyes de plata muy altas”, sostuvo al lamentar que la provincia mantenga trabas que impiden su desarrollo.
Sobre la cuenca del Golfo San Jorge, recordó que continúa siendo clave para el petróleo convencional, mientras que en el Mar Argentino hay tanto un renovado interés por hidrocarburos offshore como un enorme potencial minero en profundidad, con nódulos polimetálicos ricos en hierro, manganeso, cromo y níquel. “Debajo del Atlántico hay prácticamente una Argentina nueva”, sintetizó.
La conversación también incluyó el potencial del uranio, un recurso estratégico en un contexto de creciente demanda energética. Rovira destacó que Argentina cuenta con tecnología, ingeniería y capacidad para el desarrollo nuclear, con proyectos en marcha y una industria con posibilidades de expansión global. “La energía nuclear es limpia y tiene la capacidad que hoy requieren los data centers y la inteligencia artificial. El uranio será un negocio en fuerte crecimiento”, afirmó.
Finalmente, valoró la tradición científica argentina en materia nuclear, representada por el Instituto Balseiro y su aporte de profesionales que hoy se desempeñan tanto en el sector nuclear como en hidrocarburos.
“Argentina no es un país pobre, es un país subexplotado y mal leído. Si le damos prioridad a estos recursos, el potencial es enorme”, concluyó Rovira.