Alertan sobre la abrupta caída de la vacunación infantil: “Si no levantamos los niveles vamos a ver brotes de infecciones muy frecuentes”

El inmunólogo e investigador del CONICET, Jorge Geffner, remarcó además, en Infobae en Vivo, la necesidad urgente de realizar campañas nacionales.

Durante 2024, menos de la mitad de los niños de entre 5 y 6 años recibieron las vacaunas que les correspondían para comenzar la primaria. Y ademas bajaron todas la vacunas que se deben aplicar a los 11 años, según se desprende de información del Ministerior de Salud de la Nación.

Son varias los expertos que afirman que este escenario podría generar el rebrote de enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y meningococo, entre otras.

El inmunólogo e investigador del CONICET, Jorge Geffner, alertó sobre la caída récord en la cobertura de vacunas infantiles y remarcó la necesidad urgente de campañas nacionales para evitar el resurgimiento de enfermedades como el sarampión o la polio.

Advirtió que “si no superamos este bajón importantísimo, vamos a empezar a tener brotes de infecciones que antes veíamos en forma muy rara y ahora van a ser realmente muy frecuentes”.

Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la tarde.

Geffner profundizó sobre el descenso histórico en las tasas de vacunación en la infancia, los factores que explican este fenómeno y el rol que deberían asumir tanto el Estado como la comunidad educativa para revertir la tendencia y evitar riesgos sanitarios.

El especialista señaló que, para enfermedades como el sarampión, se requiere al menos un 95% de cobertura en la población, es decir, que casi la totalidad de los niños y niñas reciban las dos dosis correspondientes, una al año y otra al ingresar en la escolaridad primaria.

Sin embargo, Geffner alertó: “No estamos en el noventa y cinco, no estamos en el ochenta y cinco, estamos cerca del sesenta o sesenta y cinco. Eso implica que cualquier caso importado, como es el de las chiquitas que vinieron de un viaje a Rusia, que comienzan a contagiar, se van a generar brotes”.

Destacó además que el riesgo ya no es abstracto ni lejano: “No sé si va a ser mañana, dos semanas, un mes, pero si no logramos superar este bajón importantísimo, vamos a empezar a tener brotes de infecciones que antes veíamos en forma muy, muy rara y ahora van a ser realmente muy frecuentes”.

Al ser consultado sobre la efectividad de las vacunas, el investigador fue contundente: “La vacuna es tremendamente eficaz y absolutamente suave cuando te la das. No causa casi ninguna manifestación”.

Y añadió: “En el peor de los casos, puede provocar una febrícula que al otro día ya no tenés nada. La vacuna es tremendamente efectiva, más del noventa y cinco por ciento de efectividad. Entonces, si estás vacunado, no te contagias”.

En diálogo con Infobae en Vivo, en el programa de la tarde, Geffner expresó su preocupación por la falta de campañas oficiales y el rol poco proactivo del Gobierno: “Mi impresión es que el Gobierno está ausente. Tendría que haber una campaña nacional muy importante de vacunación, y no solo eso, sino también acercar los espacios de vacunación a donde están los chiquitos, en primer lugar”.

Recordó que “en una época incluso se acercaba la vacunación a los colegios, era muy sencillo hacerlo (…) Habría que acercar los vacunatorios a las propias escuelas”.

Respecto a las causas de este fenómeno, el inmunólogo consideró: “No creo que haya una distribución social asimétrica al respecto. Por lo que estamos viendo, es bastante generalizado y por lo generalizado es tan preocupante”.

Apuntó como causas principales los mensajes desinformantes surgidos tras la pandemia del COVID-19 y la falta de campañas de concientización: “Después de la pandemia para COVID, aparecieron voces muy irresponsables que cuestionaron las vacunas. Todas las vacunas se mostraron muy efectivas. La verdad que todos esos dichos sin ningún fundamento real, científico, ninguna evidencia, hicieron mal”.

Además, explicó: “El pensamiento de muchos es: ‘Mi hijito es muy difícil que se contagie de sarampión porque casi nadie tiene sarampión’. Si todos empezamos a pensar así, entonces empieza a haber vacilos, espacios donde el virus pueda circular, y vamos a empezar a tener sarampión, meningococo, polio, etcétera”. El experto subrayó la necesidad de una fuerte campaña de difusión en todos los niveles, “en la escolaridad primaria, secundaria, universitaria, en la calle”.

El médico valoró el calendario nacional de vacunación de la Argentina, al que calificó como “excelente, ha sido tomado para otros países, y la suya es complementarlo”. Sin embargo, cuestionó que “ese calendario está muy relajado. Teóricamente, el chiquito para empezar a cursar primaria tendría que tener el calendario nacional obligatorio pediátrico. Bueno, evidentemente, eso no se está implementando”. Dijo que es necesario “controlar estrictamente eso, hacer difusión y acercar los vacunatorios a las propias escuelas”.

Consultado acerca de si la caída en la vacunación responde a motivos económicos o es atribuible a sectores antivacunas, Geffner sostuvo: “En Argentina no existe un movimiento antivacuna muy fuerte, pero bueno, de alguna manera, todas las pavadas que se dijeron sin ningún fundamento científico filtraron a un sector de la población. Pero no es tanto el movimiento antivacunas, sino la falta de una campaña que exponga esto en todos los ámbitos”.

Sobre la preocupación por el dengue y la vacunación en zonas endémicas, el especialista precisó: “La vacuna para dengue, a diferencia del sarampión, la polio, no está incluida en el calendario nacional. Tiene su lógica. Si vas a provincias del sur, donde el mosquito vector no circula, no tendría sentido vacunar a toda la población. Pero en el norte argentino, el este, el centro, ha habido niveles de infección importantes y la vacuna del dengue debería ser de acceso gratuito en esas zonas, cosa que actualmente no es”.

Geffner remarcó que la disminución en la vacunación infantil “no es un fenómeno solo de la Argentina”, sino que responde a una tendencia internacional acentuada desde la pandemia. “Es un fenómeno que venía de antes, pero se acentuó mucho en la pospandemia. Lugares como Francia, Estados Unidos, tienen movimientos antivacunas muy fuertes. En Argentina no existe un movimiento antivacuna muy fuerte, pero las dudas infundadas generaron daño”.

Destacó la necesidad de recuperar la confianza de la población: “Los dos grandes descubrimientos que tuvieron mayor impacto en la salud pública, salvando millones de personas, son agua potable y vacunas. No podemos retroceder en esto”.

Acerca del tiempo con que cuenta el sistema para revertir la situación antes de que se produzcan brotes, el inmunólogo afirmó: “Yo creo que es cuestión de meses. Si no levantamos los niveles de vacunación, teniendo en cuenta que en otros países de América hay casos de sarampión, paperas, rubéola, acá hubo cuatro fallecimientos la semana pasada. El asunto es que no se profundice”.

Insistió en la necesidad de campañas de esclarecimiento inmediatas: “Tendríamos que iniciar ya la semana que viene un esclarecimiento, una campaña, carteles en las calles, hablar en los colegios. Esperemos que no sea el caso, pero tenemos una amenaza latente, realmente seria”.

Consultado sobre la magnitud de la operación necesaria para revertir la situación, Geffner fue claro: “Si hablás de Capital Federal, tiene tres o cuatro millones de habitantes. Con un 50% o 60% de cobertura, necesitás dos o tres millones de personas que se den el refuerzo. Eso es así. Las vacunas hoy por hoy no están faltando. Si te acercás a cualquier hospital público, son gratuitas. Lo que falta es una campaña de difusión, acercar los vacunatorios, explicar esto que estamos tratando de hacer acá, multiplicarlo por 10 o 100 veces”.

Durante la entrevista, Geffner dejó varias advertencias sobre los riesgos de que la cobertura de vacunación siga bajando: “Lamentablemente, si no levantamos, estamos hablando de cosas que hoy día en parte ya está pasando. El asunto es que no se profundice”. Enfatizó: “Tenemos que hacer ambas cosas: controlar estrictamente la vacunación, hacer difusión y acercar los vacunatorios a las propias escuelas. Eso es factible y no es particularmente costoso”.