Podemos, la organización de extrema izquierda financiada por los dólares del negocio petrolero venezolano y de fuerte vinculación con el gobierno ilegal de Nicolás Maduro, anunció, por meido de la diputada Ione Belarra, su propósito de «reventar a la derecha.
Lo hizo al tiempo que también invitaba en al pleno de los diputados a ir po más en las políticas que impulsan de control del Estado. La prensa —aún la más apegada al gobierno de Pedro Sánchez— ha quedado estupefacta ante el nivel de violencia expuesto por la legisladora.
En su exposición, Belarra señaló: «España tiene hoy dos opciones: reventar a la derecha y quitarle todos los privilegios o que la derecha gane y reviente el país». La diputada justificó su «plan para reventar a la derecha» asegurando que «tienen privilegios» y que «mandan a pesar de no estar en el Gobierno», una declaración un tanto chocante después de siete años de gobierno de coalición del PSOE, primero con el propio Podemos, y ahora con Sumar.
La estrategia de Belarra para «reventar a la derecha» comenzaría por reformar el CGPJ «como se hizo hace un año con RTVE». «Ahí están los datos RTVE récord de audiencia y Susanna Griso y Ana Rosa rabiando», ha expresado la dirigente, aprovechando su paso por la Tribuna de oradores del Congreso también para señalar a periodistas.
La filípica a la que los medios en España llaman «guerra civilista» expone el temor de estos pequeños grupos que le han dado soporte al gobierno de Sánchez Castejón y ven inexorable —mes más o menos— ir a unas elecciones generales que van a dar vuelta el escenario político español.
El experimento bolivariano del siglo XXI, está llegando a su fin.