El líder de la oposición, Yair Lapid, respaldó el fallo de la Corte Suprema que ordena al Estado definir en un plazo de 45 días un esquema de sanciones penales y económicas contra los haredíes que evadan el servicio militar.
Lapid sostuvo que el veredicto confirma que “la operación de evasión masiva del servicio, financiada por la coalición, es ilegal y está prohibida por ley”, y advirtió que su bancada impedirá cualquier mecanismo indirecto de financiamiento a sectores que no cumplan con la conscripción. “Quien esté obligado a enlistarse debe ir al ejército o a prisión”, afirmó.
En paralelo, la facción Degel HaTorah del partido ultraortodoxo United Torah Judaism recibió la aprobación de sus principales líderes espirituales para avanzar con el proyecto de ley de conscripción haredí, trabado desde octubre en el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Knesset. El estancamiento respondía a instrucciones del gobierno, y la oficina del presidente del comité, Boaz Bismuth (Likud), había indicado que no existía autorización formal para distribuir el texto mientras el Primer Ministro pedía esperar.
La luz verde llegó tras directivas del rabino Dov Lando y del rabino Moshe Hillel Hirsch, máximas autoridades espirituales de la corriente lituana haredí, dirigidas a los legisladores de Degel HaTorah. En un comunicado, la facción señaló que el proyecto será presentado en su totalidad antes de la votación y que, incluso antes de pasar al plenario, será remitido nuevamente a las autoridades religiosas, quienes definirán la postura final de los partidos haredíes.
Bismuth trabaja en una nueva versión del proyecto desde su llegada a la presidencia del comité en julio. Las disputas en torno al texto ya habían provocado que Shas y United Torah Judaism abandonaran temporalmente la coalición gubernamental.