El biólogo del ex Aquarium de Mar del Plata detalló en la 99.9 el complejo operativo para trasladar a los diez delfines que vivían en la ciudad hacia un centro especializado en Egipto. Celebró el éxito del procedimiento, pero lamentó la pérdida del histórico equipo de rehabilitación de fauna marina por falta de apoyo e interés institucional.
El biólogo Alejandro Saubidet dialogó con la 99.9 y ofreció un extenso repaso del operativo que permitió trasladar a los diez delfines que vivían en el Aquarium de Mar del Plata hacia un establecimiento ubicado en Hurghada, junto al Mar Rojo, en Egipto. Allí, explicó, funcionan diversos centros y acuarios dedicados al manejo profesional de mamíferos marinos, un destino elegido cada vez con más frecuencia por turistas europeos.
Saubidet detalló que los animales —tres provenientes de Cuba y siete nacidos en Mar del Plata dentro de un programa de reproducción— completaron el viaje “en perfectas condiciones”, luego de un procedimiento que describió como “largo y extremadamente riguroso”. Los trabajos comenzaron a las 10 de la noche y se extendieron hasta la mañana siguiente, cuando finalmente los delfines fueron embarcados.
El traslado se realizó siguiendo los protocolos internacionales IATA, que establecen las normas de transporte para cada especie. El biólogo explicó que los delfines viajaron en recintos especialmente preparados, con camillas, hidratación constante, control térmico mediante hielo y monitoreo permanente de la frecuencia respiratoria y cardíaca. Veterinarios, biólogos, cuidadores y entrenadores acompañaron el trayecto desde Mar del Plata a Ezeiza y luego en el avión.
El vuelo se concretó en un chárter privado de Qatar, exclusivo para los animales, y tres entrenadores viajaron junto a ellos para acompañarlos durante los primeros tres meses de adaptación: “Los vieron nacer, tienen un vínculo muy estrecho. Era fundamental que sus cuidadores estuvieran allí”, señaló Saubidet.
El especialista subrayó que la posibilidad de trasladar a todos los delfines juntos fue clave: “Formaban prácticamente una estructura familiar. Sugerimos que se mantuvieran unidos y, por suerte, se logró”.
Sin embargo, no todo es alivio. Saubidet lamentó la disolución del equipo profesional que trabajó durante décadas en el Aquarium y que era referencia en el país para la rehabilitación y reinserción de fauna marina: “Estos animales pudieron viajar bien porque siempre fueron cuidados de manera impecable. Ese nivel de excelencia solo se logra con gente capacitada; y ese equipo hoy ya no existe”.
Según explicó, muchos de esos profesionales fueron contratados por instituciones del exterior debido a su alto nivel de formación. “No hubo interés de ningún lado en sostener ese equipo. Ahora, quienes opinaban en redes sociales sin saber, tendrán que hacerse cargo de los varamientos, de los pingüinos empetrolados, de los animales que requieren atención. Para todo eso hacían falta infraestructura y profesionales que Mar del Plata acaba de perder”, advirtió.
Consultado sobre los costos, el biólogo indicó que toda la operación fue asumida por el Acuario, y solo el vuelo chárter tuvo un costo de 600 mil dólares. Comparó la situación con el cierre de 2001, cuando el traslado de belugas a Valencia requirió la participación de equipos internacionales: “Esta vez lo hicimos íntegramente con nuestros propios profesionales”.
Saubidet definió la situación como “el fin de una etapa” y expresó su tristeza por la pérdida de capital humano: “Es una picardía. Era un equipo con décadas de experiencia y reconocimiento mundial. Y hoy ya no está”.