El especialista en seguridad y contraterrorismo analizó en la 99.9 el atentado ocurrido en Australia, sostuvo que Occidente no comprende la estrategia del terror y señaló que América Latina no está ajena a los mecanismos de infiltración y reclutamiento.

El especialista en seguridad y contraterrorismo Daniel Adler analizó en la 99.9 el atentado ocurrido en Australia, donde un matrimonio de confesión judía fue asesinado tras intentar detener a un atacante armado, y advirtió que se trata de una expresión más de una estrategia terrorista global que Occidente aún no logra comprender en toda su dimensión.
“Europa no termina de entender la estrategia bélica que tiene el terror”, sostuvo Adler, al aclarar que no se refiere a una religión en particular, sino a grupos terroristas que se infiltran dentro del islam. En ese sentido, remarcó que actualmente Europa cuenta con unos 66 millones de musulmanes, cerca del 9% de la población, y que las proyecciones indican que para 2050 ese número podría ascender al 25%. “Lo que siempre me llamó la atención es que no hay clérigos ni voces musulmanas que salgan a repudiar claramente estos actos y a decir ‘no somos nosotros’”, señaló.
El especialista explicó que los atentados suelen ser reivindicados “en nombre de Alá” y que el objetivo declarado de estas organizaciones no es sólo el antisemitismo, sino la eliminación de cualquier religión que no sea el islam. “Ellos dicen que tiene que ser la única religión en el mundo”, afirmó.
Adler fue contundente al advertir que la migración ilegal es utilizada como una herramienta de guerra. “Europa no está viendo que la migración es en verdad un arma no convencional. Es una estrategia bélica que se utiliza desde hace 40 años como mecanismo de desestabilización”, explicó, y citó como ejemplos a Francia, Alemania, Australia y otros países donde, según dijo, “la infiltración del terror ya es muy amplia”.
Lejos de circunscribir el problema a Europa, alertó que América Latina también forma parte del escenario. “En nuestros 13 países, empezando por Venezuela y Bolivia, existen centros de reclutamiento terrorista disfrazados de universidades”, advirtió. En ese marco, mencionó a la denominada universidad Al Mustafa, donde jóvenes latinoamericanos son trasladados a la ciudad iraní de Qom, adoctrinados y luego enviados de regreso a sus países con la misión de difundir ideas que, según Adler, encubren entrenamiento en terrorismo, fabricación de explosivos y uso de inteligencia artificial para planificar ataques.
El especialista también apuntó al rol de actores internacionales en el financiamiento de estas estructuras. Señaló al emir de Qatar como uno de los grandes financistas y explicó que su construcción de una imagen pública amigable en Occidente no es casual. “Nada es al azar en materia de terror. Todo está finamente calculado: con quién se habla, qué foto se saca, qué mensaje se transmite”, afirmó, y advirtió que detrás existe “una amenaza muy potente, financiada por multimillonarios que buscan cambiar el orden mundial”.
Adler expresó preocupación por el avance sobre las costumbres occidentales y cristianas, citando el cierre de mercados navideños en Europa y episodios de intimidación contra símbolos religiosos. “El terrorismo islámico está en contra de todas las creencias, excepto la propia”, remarcó, y cuestionó el silencio de las iglesias cristianas, que atribuyó al miedo y al pánico social.
Finalmente, sostuvo que la estrategia de “invasión pacífica” continuará hasta 2050 y que Europa corre el riesgo de “dejar de ser lo que fue”. No obstante, al ampliar la mirada hacia América Latina, planteó que la respuesta no puede ser únicamente represiva. “El aspecto represivo es importante, pero es sólo el 30%”, afirmó, y concluyó que la clave está en la inclusión con progreso: “Hay que ofrecer movilidad social, oportunidades reales y mostrar que se puede vivir sin droga y sin criminalidad. Ese es el verdadero desafío”.