Pablo Salvador: “Están dadas las condiciones para un buen 2026, si la política no interfiere”

El economista Pablo Salvador analizó en la 99.9 el escenario económico de cara al próximo año, destacó la estabilización macro, la desaceleración de la inflación y el potencial de crecimiento, aunque advirtió que el principal riesgo sigue siendo el comportamiento político y la falta de inversión concreta que genere empleo.

De cara al cierre de un año marcado por fuertes cambios económicos, el doctor en Economía Pablo Salvador sostuvo que existen condiciones favorables para que 2026 sea un buen año para la Argentina, aunque subrayó que todo dependerá de la política. En diálogo con la 99.9, afirmó que “la economía en la Argentina está supeditada a la política” y advirtió que cualquier gesto o decisión que rompa con la racionalidad puede afectar un proceso que hoy muestra señales de ordenamiento.

Salvador destacó como punto central la desaceleración de la inflación. “Es el principal impuesto, sobre todo para el que menos tiene, al que más golpea”, explicó, y remarcó que, pese a algún repunte puntual, el Gobierno “está atacando la causa de la enfermedad”. En ese marco, valoró el equilibrio fiscal y el superávit alcanzado, junto con el impulso de las exportaciones y la salida al mercado, como pilares que permiten proyectar un escenario más estable. “Se están dando las condiciones para tener un buen 2026 y esperemos que la política no haga lo suyo”, sintetizó.

Al analizar el crecimiento, el economista consideró que 2025 cerrará con expansión, pero que el próximo año podría mostrar un desempeño más sólido. “Los pilares ya están puestos. La inflación debería seguir bajando y van a ser fundamentales reformas como la laboral y la impositiva”, señaló, al tiempo que planteó que estas transformaciones forman parte del engranaje necesario para que la economía funcione de manera más adecuada.

Sin embargo, Salvador puso el foco en uno de los puntos más delicados: el empleo. “Los motores que hoy están encendidos —el agro, el petróleo y la minería— son actividades intensivas en capital y no en mano de obra”, explicó. Por eso, advirtió que “va a costar generar empleo si no vienen más inversiones”. En ese sentido, fue cauto respecto al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones: “Hay muchos anuncios, pero pocos se han concretado o son de poco monto”.

El economista aclaró que no se trata de cuestionar esos proyectos, sino de observar el panorama completo. “Hay que hacerlos, claro que hay que hacerlos, pero también hay que mirar las tasas de empleo formal”, sostuvo, y ejemplificó con provincias mineras donde la actividad crece, pero el empleo privado formal no necesariamente acompaña. “Los economistas tenemos que mirar todo el panorama: lo bueno, lo malo y lo que puede no andar tan bien”, afirmó.

Otro de los aspectos que señaló como limitante es el sistema financiero. “La economía viene creciendo gracias al sector financiero, pero más por inversión en papeles que por ampliación del crédito”, explicó. Según Salvador, las tasas elevadas y los costos asociados dificultan que las inversiones productivas se concreten. “Para que las inversiones se materialicen, necesitás crédito”, advirtió.

Pese a las cautelas, el economista se mostró moderadamente optimista. “El panorama es mucho más claro que el de 2025”, aseguró, y coincidió en que la Argentina se está acercando “a un país normal”, aunque aclaró: “Trato de ser cauto, porque me he quemado varias veces analizando la economía”. Finalmente, volvió a insistir en el factor decisivo: “Todo depende de la política, del gobierno, la oposición, los gremios. Ojalá prime la racionalidad y se puedan avanzar en las grandes reformas que el país necesita”.