Fernando Berlingeri: “La legítima defensa existe, pero estamos entrando en un terreno muy peligroso”

El fiscal analizó en la 99.9 el caso del comerciante que abatió a dos delincuentes, el aumento de los robos violentos y la conformación de una “cultura delictual” marcada por la violencia, la reincidencia y la exclusión social.

El reciente episodio en el que un comerciante se defendió de un asalto y terminó matando a dos delincuentes volvió a instalar un debate profundo en la sociedad marplatense. En diálogo con la 99.9, el fiscal Fernando Berlingeri abordó el caso, el crecimiento de los robos violentos y el funcionamiento del sistema penal frente a una realidad que, según advirtió, “tarde o temprano iba a pasar”.

Berlingeri explicó que situaciones similares ya se han dado en otras oportunidades y que no siempre derivan en imputaciones contra la víctima. “Me ha pasado a mí, estando de turno en la Fiscalía 4, que ingresaran dos personas con fines de robo y que fueran ultimadas por la víctima del robo. En ese momento tampoco tomé ninguna medida con relación al autor porque era una clara legítima defensa”, recordó. En el caso reciente aclaró que no conoce los pormenores, pero señaló que la decisión de no imputar al comerciante se inscribe dentro de ese mismo criterio jurídico.

Sin embargo, el fiscal advirtió que el fenómeno social que rodea estos hechos es preocupante. “Esto está en el boca a boca de los marplatenses y cada día con más convicción de que así se debe proceder. Estamos entrando en un terreno francamente muy peligroso”, alertó.

En cuanto a la evolución del delito, Berlingeri confirmó un incremento sostenido en los robos. “Yo tengo un incremento, siempre son los números de mi fiscalía, pero son las causas que llegan”, explicó, y recordó que existe una “cifra negra” de hechos que no se denuncian. En ese marco, precisó que “tuve un mes, agosto, en el que se me duplicaron directamente los robos en comparación con el resto de los meses”.

Ese pico impactó en el balance anual: “En el número final tengo un 10% más de causas que el año pasado”, detalló. Al mismo tiempo, remarcó una contradicción preocupante: “Tengo un 10% menos de detenidos, con lo cual ahí hay una diferencia importante que tengo que revisar, porque evidentemente no hemos tenido el mismo éxito en la determinación de autores”.

Consultado sobre si existe una expansión de la población delictiva, Berlingeri describió un fenómeno mixto. “Hay una cantidad de gente estable, que ya es conocida, pero permanentemente se van sumando nuevos integrantes”, explicó. Y aportó un dato revelador: “El año pasado tuve 80 detenidos y este año estoy llegando a los 70. No se repiten porque muchos de los del año pasado todavía están detenidos, son nuevos”.

No obstante, aclaró que también hay reincidencia. “De estos que tengo este año, algunos ya los he tenido antes, pasaron por el proceso de ejecución de la sentencia, recuperaron la libertad y volvieron a delinquir”, indicó, al tiempo que definió la existencia de “un cuerpo estable” al que se le van agregando nuevos actores.

El fiscal profundizó además en el perfil de quienes cometen robos violentos. “Generalmente coincide que son personas que no han completado los estudios, que vienen de familias disfuncionales y que tienen problemas de adicción”, señaló. A esto se suma un patrón de violencia estructural: “Es gente que ya es violenta en su vida cotidiana, muchas veces con antecedentes de violencia de género, problemas vecinales o causas por amenazas”.

“Son personas que se desarrollan con violencia en la vida cotidiana y tienen la herramienta para hacerse de los bienes de la manera más fácil: la violencia”, sostuvo Berlingeri, diferenciándolos de otros delincuentes que utilizan medios más sofisticados y terminan en fiscalías de delitos económicos.

Finalmente, explicó cómo funciona el sistema al momento de evaluar morigeraciones de la prisión preventiva. “Se forma un incidente, intervienen psicólogos, médicos, se hacen informes socioambientales y del servicio penitenciario”, detalló, y fue contundente: “Si no se porta bien encerrado, menos se va a portar bien en un lugar donde lo van a intentar recuperar”.

Las declaraciones del fiscal reflejan una preocupación creciente dentro del sistema judicial: el aumento del delito violento, la reincidencia y una sociedad que empieza a naturalizar respuestas extremas frente a una sensación de desprotección cada vez más extendida.