Dos de cada tres mujeres que tienen bulimia nerviosa han sufrido abuso sexual, aseguró el psiquiatra Omar Alva Lilué.
“Existen factores multicausales cuando se presenta un trastorno de la conducta alimentaria, pero es muy frecuente dentro de la bulimia, sobre todo, que la paciente termine contando durante el tratamiento haber sufrido algún hecho de abuso sexual”, sostuvo el especialista.
El médico dijo que “uno puede inferir que esto sucede porque la persona vuelca en su imagen corporal un problema que es mucho más profundo y porque la autoestima de quienes han sufrido un hecho de estas características queda totalmente dañada”.
Alva Lilué detalló que “muchas veces las mujeres se sienten con una gran culpa por lo que les pasó y lo ocultan y recién después de mucho trabajo terminan contando lo que les sucedió”.
“La asociación entre abuso sexual y patologías vinculadas a la alimentación ha sido demostrada en numerosos estudios internacionales”, informaron fuentes de la organización Adultxs por los Derechos de la Infancia.
Esta organización que trabaja específicamente la problemática de abuso infantil, indicó que “en pacientes con síndrome de intestino irritable y dolor pélvico crónico puede haber entre un 30 por ciento a un 90 por ciento de reportes de maltrato físico y abuso sexual”.
A este tipo de experiencias individuales y a la baja autoestima, Alva Lilué suma como condición externa (aunque vinculada a las anteriores) la “excesiva exaltación de la delgadez por parte de los medios masivos de comunicación”.
“Esto afecta más a las mujeres porque ellas se encuentran más conectadas con el entorno que los hombres, pero además porque en el cuerpo de la mujer es en donde más se focaliza la imagen estereotipada de belleza que se asocia con la delgadez”, dijo.
“También existe a nivel mundial lo que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman resumió en el libro «La modernidad líquida» que, haciendo una simplificación absoluta, sostiene que la modernidad impide la construcción de vínculos y su sostenimiento”.