El consorcio liderado por la empresa española Sacyr amenaza con paralizar las obras de ampliación del Canal de Panamá si no le pagan 1.600 millones de dólares por sobreprecios.
La posible paralización de las obras de ampliación del Canal de Panamá, adjudicadas a un grupo liderado por la empresa española Sacyr e integrado, entre otras, por la italiana Impregilo y la belga Jan de Nul, podría ser el disparador para cuestionar el prestigio de la “Marca España”, una política de Estado que busca mejorar la imagen del país en medio de la crisis.
El consorcio le envió una nota de preaviso a la Autoridad del Canal de Panamá exigiendo un plazo de 21 días para llegar a un acuerdo y poder cobrar 1.600 millones de dólares por supuestos sobrecostos en las obras. “Esto no tiene nada que ver con la Marca España. Estamos defendiendo la viabilidad de un proyecto y hemos probado que somos capaces de llevar a cabo la obra, solo que esta tiene un sobrecosto real e imprevisto que hay que resolver”, dijo una fuente del consorcio.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores, organismo regulador español, no sabía hasta entonces cuál era la situación de la empresa española en Panamá.
Por su parte, la ACP calificó de “burdas presiones” el reclamo de la empresa. Además, todos los sectores políticos están de acuerdo. Incluso, el presidente Ricardo Martinelli anunció que viajará a España e Italia para exigir a los gobiernos que obliguen a sus empresas a cumplir con el contrato de ampliación del Canal.
“Nunca hemos sido partidarios de las llamadas ‘bajas temerarias’ (ofertar bajos costos) ni los mecanismos posteriores de maquillaje (los llamados sobrecostos) que permiten incrementar sustancialmente el precio inicial de un concurso público“, dijo el diputado Gaspar Llamazares. La IU lamentó que lo ocurrido en Panamá “no le dé buena prensa” al país y recordó que “la Marca España debe ser solvente y rigurosa”. Y agregó: “cuando se va a un concurso se debe hacer una oferta que se pueda cumplir y no una que busque negociar a mitad de camino o romper con lo pactado”.
América Latina se ha convertido en un mercado ideal para las empresas españolas. Sacyr es una de las más importantes, con una cifra de negocios de más de 4.600 millones de dólares, de los que el 40% corresponde al mercado internacional. Las últimas concesiones las ha logrado en Chile, con varias autopistas y un hospital en Antofagasta.
El 95% de las grandes empresas españolas admitió que pretende aumentar su facturación en Latinoamérica en los próximos tres años. Entre ellas están Repsol, Iberdrola, Endesa, Banco Santander, La Caixa, Telefónica, NH o Telepizza.
Hace unos meses, el seminario Repensando la Marca España, organizado por el Centro de Investigación y Estudios sobre Comercio y Desarrollo y el Real Instituto Elcano, revelaba que los países con peor percepción de España son los latinoamericanos, entre ellos Panamá, Argentina, Perú, Chile y Colombia.