La justicia contravencional porteña condenó a una mujer de nacionalidad boliviana, de 30 años, por organizar varios puestos callejeros de venta de mercadería ilegal en la zona de Retiro. También, por cortar una avenida e impedir el paso del transporte público tras un operativo policial dispuesto para evitar que los manteros ocuparan las veredas de la zona.
Según consta en el fallo al que tuvo acceso La Nación, Rilda Pari Laime deberá abonar una multa de 35.000 pesos y ya no podrá recuperar la mercadería que le fue decomisada de la decena de puestos de venta que regenteaba.
Ésta es la primera condena de una mantera en la ciudad. La Justicia comprobó que Rilda Pari Laime, además de ser propietaria de varios puntos fijos en la calle, subalquilaba locales en una “saladita” de Retiro y era propietaria de una flota de al menos cuatro taxis, con sus respectivas licencias, que operaban en una parada ilegal en la entrada de la terminal de ómnibus de Retiro, sobre la avenida Ramos Mejía.
Tras la investigación que encabezó el fiscal porteño Walter López, a la mujer boliviana se la imputó por formar parte de una de las organizaciones en las que también estarían implicados varios de sus familiares. Tal como contó La Nación en su edición del domingo 2 de este mes, la venta ilegal en la zona de Retiro respondería a una estructura piramidal que tiene en la mira a un argentino que fue beneficiado con concesiones del Gobierno nacional en la zona de la Terminal de Ómnibus.
En ese organigrama, Rilda Pari Laime ocuparía el tercer escalafón, según la Justicia. Ocurre que esta mujer subalquilaba locales de venta de mercadería dentro de una “saladita” de la firma Sol-Luna SRL. Esta empresa pertenecería a un ciudadano argentino, Oscar Marcos Juárez, que también es investigado por la Justicia.
De acuerdo con el fallo firmado por la jueza María Alejandra Doti, Rilda Pari Laime “se dedicaba a realizar actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público y utilizaba como centro de gestión o aprovisionamiento varios stands comerciales, entre ellos los ubicados en el galpón denominado Ramos Mejía 1508 L23. Desde allí se distribuía mercadería a puestos que estaban en la calle, principalmente sobre la avenida Ramos Mejía y también fuera de la estación de trenes San Martín”.
Al parecer, el abanico de comercialización de esta mujer que ante la Justicia dijo estar “sin ocupación” era bastante amplio. A saber: “la nombrada organizaba y hacía actividades lucrativas coordinando las personas y los medios necesarios para la venta de productos como parlantes, baterías, lámparas led, medias, pañuelos, ropa interior masculina y femenina, pantuflas, mochilas, termos, candados, cañas de pescar, calculadoras, controles remotos, teclados, balanzas personales, jugueras, billeteras, radios, planchas para el pelo, reproductores de DVD y cintas métricas, entre otros objetos de dudosa procedencia”, se detalla en la causa.
Además, Rilda Pari Laime estaba a cargo del local gastronómico El Faro, de un local comercial denominado Black Cell ubicado en La Rioja al 2100, y de un puesto de taxis sobre la avenida Ramos Mejía en la salida de la Terminal de Ómnibus.
Fuentes de la investigación indicaron a La Nación que una semana antes de que se dictara su condena la mujer habría comprado un taxi cero kilómetro para su flota, el cual abonó en efectivo.
También por un piquete
La Justicia también encontró culpable a esta mantera de Retiro por tener una actitud “hostil” e impedir el accionar de funcionarios policiales y de la ciudad durante un operativo encabezado por inspectores de Ambiente y Espacio Público porteños.
El 9 y 10 de mayo del año pasado, entre las 11 y las 19.30, Rilda Pari Laime, junto con “otros miembros de la organización”, cortó el tránsito en el cruce de Ramos Mejía y Antártida Argentina e impidió la libre circulación del transporte público y los autos particulares que transitaban por el lugar, según consta en la causa.
“La decisión de la fiscalía porteña es ir hasta las últimas consecuencias en lo que respecta al cumplimiento del uso del espacio público. Tanto en Retiro como en Once se han detectado numerosas organizaciones de corte mafioso y que deben ser erradicadas”, dijo la fiscal de Cámara de la ciudad Verónica Guagnino.
Consultada la funcionaria sobre si la sanción económica contra Rilda Pari Laime no es demasiado baja en relación con los montos que movería la organización a la que pertenece, aseguró que “esta cantidad de dinero, sumada al valor de la mercadería secuestrada, tendrá un efecto disuasorio sobre el resto de los manteros de la zona. Además, es de prever que se sucederán nuevos fallos en contra de los miembros de la organización”.
Rilda Pari Laime debía pagar por sus contravenciones una multa total de 66.000 pesos, debido a la violación de los artículos 69, 70, 78, 80 y 83. Pero al aceptar su responsabilidad en el hecho de que se la acusa, fue sometida a un juicio abreviado y se vio beneficiada con una sanción de 35.000 pesos. La mujer deberá comenzar a pagar este mes, en siete cuotas de 5000 pesos, en una cuenta del Banco Ciudad.