A la ralentización por la que atraviesa la economía brasileña, se suman las dificultades de uno de sus principales socios comerciales.
El sector industrial brasileño cerró el 2013 con una expansión de solo 0,3%. A este pobre resultado se le agrega, de cara al 2014, el agravante de las turbulencias económicas de su socio estratégico. Resulta que el principal destino de las exportaciones industriales brasileñas es, justamente, la Argentina. En buena medida, gracias la protección construida por el arancel externo común del MERCOSUR; pero también como consecuencia de la complementariedad productiva de amabas naciones, la economía Argentina es hoy un importante destino para los productos industriales brasileños. Según economistas consultados por el diario “Valor” (principal publicación financiara brasileña), la reciente desvalorización del Peso Argentino puede derivar en una disminución de la demanda de bienes brasileños, generando una merma general del PBI de aproximadamente 0,2% en 2014.
Dentro de este escenario, se espera un crecimiento de la economía brasileña en torno al 1,5% para el corriente año, un punto porcentual menos que los resultados de 2013, donde la expansión fue del 2,5%. Son, al mismo tiempo, diversos los consultores locales que colocan un signo de interrogación sobre las citadas proyecciones. En Brasil se hace muy difícil poder predecir cómo evolucionará la economía argentina durante los próximos meses. El rendimiento del aparato productivo brasileño estará, de alguna forma, condicionado a la demanda de bienes desde la Argentina; y prever el comportamiento de dicha demanda se torna complejo.
Si se realiza una radiografía de las exportaciones brasileñas hacia la Argentina, se observará que el 76% se nutre de bienes industriales. No solo se trata de bienes finales, sino también de componentes que forman parte de una cadena industrial integrada entre ambos países. Desde mediados de 2013, Argentina viene progresivamente reduciendo las compras de productos brasileños. Los números de la balanza comercial del mes de enero confirmaron la tendencia. En el mencionado período, las ventas de Brasil hacia la Argentina cayeron 13,7% en relación al año anterior, y se espera que la caída anual sea del 15%. Las restricciones a las importaciones, la desvalorización de la moneda y la desaceleración económica figuran entre los principales motivos.
Dentro de los distintos sectores se espera que el más afectado sea el automotriz, donde la integración productiva y comercial entre los dos principales socios del MERCOSUR es más intensa.
A pesar de las dificultades aquí expuestas, Brasil cuenta con buen acceso a los mercados de crédito internacionales y reservas de USD 375.000 millones en el Banco Central. Al mismo tiempo, el país registró un ingreso neto de capitales en enero (USD 1600 millones), tendencia que se mantiene durante el corriente mes de febrero. Esta suma de factores le otorgan herramientas efectivas para defenderse de las turbulencias de sus vecinos.