El Gobierno cree que el ataque se basó el motivos religiosos

 

Las autoridades chinas culparon a militantes de la turbulenta región occidental de Xinjiang por el ataque de “terrorista” armados con cuchillos en la estación de tren de la ciudad de Kunming, en la provincia china de Yunnan, en el suroeste del país. Dicho incidente dejó un saldo de 33 personas muertas, incluidos cuatro de los agresores que fueron abatidos a balazos.

ataque en la estacionEsta la primera vez que se culpa a personas de Xinjiang por un ataque tan grande y tan lejos de su región y casualmente ocurre después de un incidente en la plaza Tiananmen de Pekín en octubre que sorprendió a los líderes comunistas del país. En el ataque murieron 33 personas y más de 130 resultaron heridas.

Xinjiang es el hogar de los Uighur, un pueblo musulmán, muchos de los cuales están molestos por las restricciones de China a su cultura y su religión.

La policía mató a tiros a cuatro de los atacantes, capturó a otro y buscaba a los demás, probablemente cinco, agregó la agencia Xinhua del país asiático.

Yang Haifei, una de las victimas, dijo a Xinhua que estaba comprando un boleto cuando vio a un grupo de personas, en su mayoría vestidas de negro, corriendo por la estación antes de comenzar a atacar a los transeúntes.

“Vi a una persona venir directamente a mí con un cuchillo largo, pero escapé”, dijo Yang. “Los más lentos fueron capturados por los atacantes. Ellos simplemente cayeron al suelo”, comentó.

Usuarios de Weibo revelaron en el servicio detalles de lo sucedido, pero muchas de estas publicaciones fueron suprimidas rápidamente por los censores del Gobierno, especialmente aquellas que describían a los atacantes, dos de los cuales fueron identificados por algunos como mujeres.

El ataque se produce en un momento especialmente delicado, ya que China se prepara para la reunión anual del Parlamento, que se inicia el miércoles en Pekín y que normalmente es acompañada de un endurecimiento de las medidas de seguridad en todo el país.