Los especialistas aseguran que existe una correlación entre el sedentarismo y el incremento de los factores de riesgo de enfermedades coronarias y otras. En Diputados, un proyecto busca instalar pausas activas en el trabajo.
La noticia alarma: los especialistas afirman que las personas que pasan sentadas más de seis horas por día, ya sea por trabajo o por placer, tienen un 40% más de posibilidades de morir en los próximos 15 años que las que lo hacen menos de tres horas al día.
Néstor Lentini, especialista en medicina del deporte del Hospital Universitario Austral (que además integró el Comité Olímpico Argentino como médico y fue director del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), es apenas uno de una larga lista de personas e instituciones que alertan sobre los males del sedentarismo, y del gusto por permanecer largas horas sentado: “El cuerpo comienza a desestructurarse tan pronto como se acomoda en la silla –dijo Lentini–, la actividad eléctrica en las piernas se detiene, el consumo de energía baja a una caloría por minuto y las enzimas que ayudan a descomponer las moléculas de grasa disminuyen un 90 por ciento”.
El doctor Luciano Faivelis, medico cardiólogo de vasta trayectoria y actualmente a cargo del área de Cardiología del Centro Diagnóstico Rossi, agrega un matiz a esta afirmación: “Desde luego que la información que se está dando en cuanto a los peligros del sedentarismo es algo de lo que ya nadie duda. Claramente, el sedentarismo, o en palabras más simples, el hecho de pasarse horas y horas sentado, día tras día, semana tras semana, meses tras meses, en casa, jugando a la Play, deleitándose con imágenes en Internet, o viajando mucho tiempo, muchos días, en un arco temporalmente extenso, promueve factores de riesgo coronarios, que suponen además otros, como el incremento del colesterol, hipertensión arterial, e incluso diabetes. Ahora también es cierto que existen riesgos corregibles y otros que no: si uno tiene una carga genética con propensión a enfermedades coronarias, esta persona debe estar especialmente atenta a evitar el sedentarismo. Lo que no padecen esa carga, acaso no necesariamente el sedentarismo les produzca alguna enfermedad terrible, sin embargo, en todo caso si esa persona hace ejercicios, le hará muchísimo mejor a su salud.”
PROYECTO. En nuestro pais, existe un proyecto de ley, del diputado José Guccione (FPV), que se propone luchar contra el sedentarismo y la insuficiente actividad física. Fue presentado en noviembre de 2013 en la Cámara de Diputados de la Nación con el objetivo de promover la salud de la población en general por medio de la estimulación de la actividad física y disminuir el sedentarismo. Por ejemplo, propone “fomentar (en el trabajo) la incorporación de pausas activas evitando prolongadas situaciones de tiempo sedentario” y promueve “la generación de espacios para realizar actividad física en el ámbito laboral”, entre otras cosas.
COSTUMBRES ARGENTINAS. El sedentarismo es el factor de riesgo que mayor se ha incrementado, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en el año 2009, que presentó que el 54,9% de la población mayor de 18 años ostenta un nivel insuficiente de actividad física, en relación con el año 2005, que fue de 46,2%, y se proyecta para el 2016 un aumento de un 73 por ciento.
Al estar mucho tiempo sentado el nivel de colesterol bueno o HDL disminuye en un 20%, y después de 24 horas de total sedentarismo la eficacia de la insulina disminuye en un 24%, aumentando el riesgo de diabetes. En promedio diario, las personas pasan 9,3 horas sentadas, recostada o semirecostada; otras siete en actividades físicas de baja intensidad, de pie o caminando y poco más de media hora cumpliendo alguna actividad física de moderada o alta intensidad. Con esa proporción se pudo establecer que cuando una persona pasa más de seis horas al día sentada, su riesgo de morir en los próximos 15 años es 40% mayor en comparación con el de alguien que se sienta menos de tres horas al día, independientemente de que se realice o no un deporte.
Oscar Incarbone, a cargo del Programa nacional de lucha contra el sedentarismo del Ministerio de Salud de la Nación, elaboró un informe al que tuvo acceso Tiempo Argentino, donde se dice que una persona “es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2000 calorías. Cuando sólo se realizan breves actividad los fines de semana y luego no se hace absolutamente nada”.
Desde luego, una noticia de este tipo no puede ser tomada como dictum universal. “Existen varios análisis –asegura Incarbone– que arrojan que según el nivel económico de la población, se puede observar un grado mayor o menor de sedentarismo, encontrándose que la población ubicada en el nivel económico mas bajo tiende a llevar un nivel de vida mas sedentario que las personas ubicadas en un nivel económico mas alto.”
De todos modos, entre las complicaciones a nivel orgánico por estar mucho tiempo sentado o mucho tiempo sentado sin mover los pies, o mucho tiempo acostado, Lentini citó “la compresión de los vasos sanguíneos, que genera menor aporte de oxígeno y glucosa y mayor nivel de fatiga; la reducción del movimiento muscular y la compresión constante sobre los discos intervertebrales, que aumenta la posibilidad de sufrir trastornos en el cuello, la espalda dorsal y la zona lumbar. Además se producen alteraciones generales a nivel cardiovascular central y periférico, disminuye la eficiencia cardíaca y pulmonar, aparecen problemas digestivos y aumentan las posibilidades de sufrir osteoartrosis de rodilla”.
La actividad necesaria
Para lograr un nivel de actividad física con efectos sobre la salud, son necesarios en adultos al menos 30 minutos de actividad física moderada de tipo aeróbica la mayor parte de los días (en lo posible todos), y al menos dos días a la semana de actividades de fortalecimiento muscular. En niños y adolescentes se consideran necesarios 60 minutos diarios de actividad adecuada a la edad.
Algunos riesgos frecuentes
Diabetes: Aumenta el riesgo de padecer diabetes, según la Universidad de Missouri.
Cáncer: Según epidemiólogos, la falta de actividad física tiene relación con el desarrollo de cáncer de mama y de colon.
Glúteos: La Universidad de Tel Aviv encontró que los traseros de personas con vida sedentaria tendían a crecer debido a que las células grasas proliferan en esa parte de las personas que no acostumbran hacer actividad física.
Infarto: Un estudio de Medicine & Science in Sports & Exercise demostró que las personas que pasan más de la mitad de su día sentadas tienen 54 % más probabilidades de morir de un infarto cardíaco.
Siempre que puede, camina
“Sí, hay que caminar. Yo trabajo en un inmobiliaria y siempre que pudo, camino, en vez de ir en colectivos o subte. Tengo 62 años y una se da cuenta sola de que no es bueno estar mucho tiempo sentada. Cuando estoy sentada por dos horas, me cuesta horrores incorporarme. Me duele a columna y hubo veces que me quedé trabada”, dice Mónica, que además de su inmobiliaria es socióloga.
“Además ahí lo tengo todos los días a mi marido, que se la pasa mirando la tele, tiene hipertensión, no hace nada y cree que los pastillita basta y sobra. Macanas. Pero es terco como una mula, y no entiende razones.”
No le hace asco al ejercicio
Un médico, o el estereotipo exacto de un médico. Así es Cristian, quien no quiso dar su apellido pero sí su edad (tiene 39 años) y pensó largamente sobre lo que dice esta nota: que es una epidemia occidental el sedentarismo, que produce mil y un problemas, que las nuevas tecnologías son un gran factor de sedentarismo. “Yo, en cambio, me tomo como ejemplo: me levanto a las 6, hago 100 abdominales, 50 zancadillas, corro en la cinta media hora, voy a trabajar en bici, en el consultorio casi no me siento, duermo 5 horas, no tomo alcohol y no fumo. Si la gente fue un poco así, los sistemas de salud no estaría colapsados en nuestro país.”
Sentada frente al diván
Psicoanalista de Villa Freud, Celia Cora vive en San Telmo: “Imaginate que mi profesión me obliga a pasarme todo el día sentada. Lo que hago desde hace un tiempito es combatir esas largas horas aprovechando la mañana para salir a caminar por las calles de mi barrio. ¿Cómo tomé conciencia de que debía combatir el sedentarismo? Imposible no tomar conciencia, porque casi todos los programas de televisión hablan de lo bueno que es la actividad física. Además del furor por la comida sana, por el yoga, o el hech de veo cada vez más gente corriendo en las plazas. Hace 20 años si salías a correr te miraban con cara de asco.”
Ni loco mueve un dedo
“No me saques la panza”, alerta Ariel Álvarez al fotógrafo, lo que es ya una declaración de principio. “¿Qué cosa? ¿Sedentarismo? ¿Qué es eso? Yo trabajo todo el día, y lo unico que quiero hacer en mi vida es llegar a casa y arrojarme al sillón. Es más, eso, estar en mi sillón, tomando cerveza y comiendo pizza y jugando a la Play es lo único que me gusta en la vida, y lo que le pediría a Dios, si es que Dios existe. Por lo visto no. La gente le da cada vez más bola a la salud. Yo veo una comida grasosa y se me cae la baba. Así le pasaba al hombre desde que es hombre. Comer un asado, beber, no mover un dedo, es tan viejo como la humanidad.”
Hora y media en el colectivo
Gustavo Quintana viaja todos los días de Avellaneda a Palermo, y es lo que más detesta de su trabajo: el largo trayecto que realiza en colectivo, sentado, porque el colectivo lo toma semivacío. “Es lo único que me molesta, porque sé que no es bueno estar sentado hora y media en esas butacas que te dejan inmóvil. Por lo demás, en el trabajo –soy empleado de una compañía de seguros-, no estoy más de cinco minutos sentados. Mis compañeros me dicen que soy hiper-activo. En realidad soy el más pachorra. Pero desde hace años, con la muerte de un amigo, que supe que estar sentado todo el tiempo es malo para las venas de las piernas”.