Los cálculos varían de acuerdo a la previsión del volumen de cosecha de soja, estimado entre 53 y 55 millones de toneladas. El Estado recaudaría unos 10 mil millones de dólares por retenciones a las exportaciones.
La cosecha de soja será récord este año. Las estimaciones más conservadoras hablan de 53 millones de toneladas, mientras que las más optimistas prevén que se podría alcanzar poco más de 55 millones. En términos de valor, los cálculos para todo el complejo sojero van desde los 26 mil millones de dólares hasta los 30 mil millones. Ello arrojaría entre 10 mil millones y casi 11 mil millones de dólares en ingresos fiscales.
Las previsiones en el sector agrícola tienen siempre un amplio margen de duda. El volumen final de una cosecha depende del clima, un factor tan fluctuante como el del valor de los granos en el mercado internacional, que es el que le da dimensión económica. En los últimos días, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que el inicio de la cosecha de soja en Santa Fe y Córdoba arroja rindes más bajos que los previstos por el exceso de lluvia de las últimas semanas. Si bien estos primeros datos no van a afectar el resultado final, sí marcan cómo podría impactar negativamente un clima agresivo en las próximas semanas. Del mismo modo, los informes de los analistas indican que el precio de la soja se mantendrá con una leve declinación de acá hasta mediados de año por el ingreso de las cosechas sudamericanas (además de la de Argentina, se suman las de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay); aunque también dependerá de la fuerza de la demanda, es decir, de los pedidos provenientes de China, en momentos en que el gigante asiático comienza a cancelar embarques de poroto de soja.
Para Esteban Copati, del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la expectativa pasa por rindes elevados y una producción total de 54,5 millones de toneladas de poroto de soja. Pablo Adreani, director de Agripac Consultores, tiene una perspectiva similar: 55 millones de toneladas para la soja para una producción agrícola total cercana a las 108 millones de toneladas. En tanto, Ricardo Luis Baccarin, vicepresidente de Panagrícola, consultora dedicada a la comercialización de cereales y semillas oleaginosas, consideró que “de las varias cifras que están dando vueltas, seguramente la de 54 o 55 millones de toneladas sea la que más se acerque a la realidad. Hay analistas que mencionan una mayor producción, 57 millones de toneladas, pero eso fue lo que se supuso al inicio de la campaña, lo que quedó trunco con la sequía de fines de diciembre y principios de enero”.
En relación con el ingreso de divisas debido al total de la cosecha agrícola, Adreani la ubica, en base a los precios de la primera semana de este mes, en torno de los 36 mil millones de dólares, muy similar o apenas superior al valor de la misma producción medida para el año pasado y en la que se incluyen los productos cereales, forrajeros, oleaginosos, lácteos y carnes. De esta cifra, Adreani proyecta que el Ingreso de divisas atribuido a la soja y todo su complejo sería de 26.205 millones de dólares, 3645 millones de dólares más que en 2013, lo que implicaría un salto del 16% respecto del valor de la producción de ese año, calculada en 22.560 millones de dólares.
Con todo, hay que tener en cuenta que el precio de la soja está marcando una leve tendencia bajista. Anteayer, en el cierre de la última semana, perdió un 0,44% en el mercado de Chicago, el centro mundial para el comercio de productos agropecuarios, hasta 510,74 dólares la tonelada vendido en marzo. Según informó la consultora Fyo, las caídas en los valores están vinculadas al temor de que caiga la demanda de China, el principal importador de soja, tanto en porotos como derivados, y que ello conduzca a un exceso de existencias mundiales. China canceló pedidos por 600 mil toneladas de soja sudamericana en las últimas dos semanas porque la demanda de sus procesadores (los que producen harina y aceite de soja) cayó debido a que también se plancharon los pedidos de esos productos.
No obstante estas prevenciones, Baccarin observó que para la Argentina no corresponde el cálculo de la cosecha en base al valor del poroto, que cerró en torno de 510 dólares la tonelada el viernes pasado, “porque la Argentina agrega mucho valor a su producción primaria de soja vía la molienda”, de la que surgen la harina y el aceite. El especialista indicó que “es muy bueno el momento que le toca a la Argentina, porque venimos de la sequía de Estados Unidos, que tuvo algún contagio el año pasado. Tuvimos una buena mejora en las cotizaciones del último bimestre, que pasaron de un nivel por debajo de 280 dólares la tonelada en noviembre a los 316 actuales, descontadas las retenciones. Ha sido una suba apreciable.”
Un factor que puede retrasar la caída del precio de la soja es que más fondos especulativos ingresen al negocio de los commodities, como se conoce en la jerga financiera a las materias primas que tienen cotización internacional. Atraídos por los altos precios actuales, “muchos fondos de inversión están ingresando”, indicó Baccarin, “buscando ganancias en base a sostener el precio”. Los resultados de este ingreso pueden ser variables, desde un incremento del valor de la soja y los subproductos hasta un incremento de la volatilidad con una eventual caída fuerte si consideran que es el momento de escapar. La soja va a dar que hablar en los próximos meses.