Desde la industria del biodiésel en Argentina expresaron que el impuesto a la exportación fijado por el Gobierno es demasiado alto y está golpeando al sector. Se estima que la actividad seguirá cayendo este año, ya que las ventas al importante mercado europeo se paralizaron por una medida antidumping.
El país era el mayor exportador del biocombustible -elaborado a partir de aceite de soja, el cultivo estrella nacional- hasta que en noviembre pasado la Unión Europea (UE) decidió aplicar un arancel promedio de 24,6% a las compras del biodiésel argentino.
“Las principales empresas productoras y exportadoras de biodiésel funcionan con una elevada capacidad ociosa o directamente se encuentran paralizadas”, señaló la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) en un comunicado difundido el lunes.
La entidad destacó que el sector está funcionando solamente al 60% de su capacidad. “Los altos niveles de las alícuotas de derechos de exportación dificultan significativamente la posibilidad de realizar ventas al exterior y la búsqueda de nuevos mercados”, añadieron desde la entidad, y se quejaron también de la imprevisibilidad de la tasa, que se fija recién al momento del embarque.
El sector afirma que al problema que generan los impuestos a la exportación -que en marzo llegaron al 27,6%- se suma la demora en la actualización del precio oficial del combustible en el mercado doméstico, que es al que están obligados a vender las empresas productoras.
“Se prevé un derrumbe aún mayor en el 2014”, aseguran la Cámara que nuclea a firmas de escala como Bunge, Cargill y Louis Dreyfus.
De acuerdo con Carbio, los envíos al exterior de biodiésel del país pasaron de 1,7 millones de toneladas a 1,1 millones en los últimos dos años, principalmente por el cierre del mercado europeo, en una medida considerada “injusta” y “proteccionista” por la industria argentina.
El Gobierno argentino ha presentado quejas ante la Organización Mundial de Comercio y solicitó que se investiguen las medidas europeas antidumping que, según la Cámara, causaron pérdidas de más de 1.000 millones de dólares para el sector en el 2013.
Carbio pronostica que las exportaciones argentinas de biodiésel caerían hasta un 39% interanual en 2014, a 700.000 toneladas, mientras que la producción del biocombustible bajaría un 11,5% interanual, a 1,8 millones de toneladas.
Argentina es el mayor exportador mundial de aceite de soja y un importante proveedor internacional de granos y alimentos.