La ciencia está poniendo en discusión el uso de los dos principales antigripales para combatir la Gripe A de 2009: Tamiflu y Relenza.
Un estudio científico británico cuestionó el uso de dos antrigripales de amplia distribución durante la pandemia de Gripe A de 2009. Los investigadores instaron a las autoridades a plantearse si tiene sentido almacenar estos medicamentos ante la eventualidad de que el virus H1N1 vuelva a proliferar en el mundo. Los antigripales cuestionados son Tamiflu y Relenza, según un comunicado de la organización Colaboración Cochrane y el British Medical Journal. El equipo liderado por Tom Hefferson no encontró indicios de que el medicamento evite determinadas complicaciones o el ingreso en hospitales. Los expertos de Cochrane valoraron 20 estudios de Tamiflu y 26 de Relenza, ambos con más de 24.000 participantes. Según el resultado, Tamiflu reduce la duración de los síntomas de 7 a 6,3 días y el Relenza, alrededor de medio día. En 2009, gobiernos de todo el mundo gastaron millones en adquirirlos de forma preventiva ante el brote del virus H1N1.
El grupo farmacéutico Hoffmann-La Roche, productor de Tamiflu, respondió que “las decisiones de 100 autoridades de todo el mundo, así como los datos derivados de su uso, demuestran que Tamiflu es un medicamento eficaz para el tratamiento y la prevención de la gripe. Roche está en desacuerdo con las conclusiones generales del informe presentado por el Grupo Cochrane”. Y agrega: “el análisis presentado no tiene en cuenta la totalidad de los datos disponibles de Tamiflu”. Por su parte, la firma Glaxo, responsable del Relenza, señaló que “Relenza debería considerarse como uno de las opciones para ayudar a mitigar el impacto de la influenza”.
En 2009, en Argentina hubo 11.931 casos de Gripe A y 626 muertos. En cuanto al uso del Tamiflu, la Anmat evaluó los efectos secundarios en 179 reportes: registraron anafilaxia, eventos cutáneos, alucinaciones e ideas suicidas. La mayoría fueron reacciones leves (60%). El 30% moderadas y el 10%, serias.