La redacción del prestigioso vespertino francés Le Monde, implosionó. Siete de sus doce redactores en jefe y adjuntos renunciaron en bloque para protestar contra “la falta de confianza” hacia la dirección, en plena reorganización digital del diario. Pertenecen a la jefatura de redacción y al sitio web.
En un ambiente explosivo, que se sintió a lo largo de varias semanas, los siete periodistas jefes enviaron un e-mail colectivo expresando “nosotros no podemos asegurar más las misiones que se nos han confiado”, y anunciaron su dimisión colectiva.
Cecile Prieur, Vincent Fagot, Julian Laroche-Joubert, Damien Leloup, Francoise Tovo, Francois Bougon y Nabil Nakin, entre otros, enviaron un mail a Natalie Nougayrede, directora del diario y ex corresponsal en Chechenia, y a Luis Dreyfus, presidente del directorio.
“Después de muchas meses, enviamos mensajes de alerta para señalar disfunciones mayores, así como la ausencia de confianza y de comunicación con la dirección de la redacción, que nos impiden cumplir nuestros roles en la jefatura de la redacción. Constatamos hoy que no podemos asegurar más las misiones que nos han confiado, y por eso renunciamos a nuestros puestos respectivos”, explicaron en el mail filtrado por el diario Liberation, que sufre su propia crisis con sus nuevos dueños. El equipo se ofrece a continuar en funciones hasta que asuma un nuevo grupo.
Los desacuerdos son múltiples y surgen por el paso de la edición papel a la edición digital y sus derivados, que la redacción resiste. Cuestionan la falta de comunicación, de coordinación, la amenaza sobre la calidad de edición, la banalización de la información y la puesta en juego del prestigio del diario. La nueva edición papel ya debería haber salido, pero los desacuerdos postergaron la tirada hasta septiembre. El otro problema fue la versión tablet del diario, que fue “retocada” por el millonario Xavier Nil, dueño de la empresa telefónica Free y ahora propietario, con otros dos socios, de Le Monde.
Pero lo que volvió inmanejable el mal humor fue el desplazamiento de 57 puestos en la redacción a otros sectores. Un periodista del diario Le Monde fue bien preciso con Clarín: “se quieren desembarazar de los viejos periodistas, de los que saben escribir. Los que resisten la trivialización. Eso genera enormes tensiones internas. También hay otros jóvenes con contratos de duración determinada que van a finalizar, y nadie explica nada. Natalie Nougayrede y Vincent Giret (ex Liberation y director delegado de la redacción) se ha quedado solos. Nadie más les tiene confianza”.
Esta versión periodística de “La Guerra del Cerdo” de Adolfo Bioy Casares ya había sido adelantada por Mediapart, cuyo director Edwy Plenel fue ex jefe de redacción de Le Monde. Nathalie Nougayrede, una redactora diplomática de Le Monde que se autopostuló para la dirección en la ultima crisis y fue votada unánimente en el 2012, acusó a los hoy renunciantes de “golpistas”, en una tensa reunión el domingo pasado; y en otro mail, anunció que tomaba “nota de su decisión“.
En Francia existe una independencia editorial entre los redactores y los dueños de los diarios, que no pueden incidir sobre los contenidos. La Sociedad de Redactores de Le Monde aseguró que se ha dado “una pérdida global de confianza en el gobierno del diario. Hoy hay un problema de método y de organización que exige una reorganización en la cumbre. Será tiempo de poner en su lugar una dirección colectiva y funcional y esos que hacen el trabajo sean verdaderamente entendidos”.
La direccion de Le Monde no responde a las preguntas sobre el caso. El mismo día y después de la intervención presidencial de Francois Hollande para conmemorar su segundo aniversario en el poder, Plantu, el ilustrador estrella de Le Monde y equivalente a Sabat en Clarín, fue censurado. El original del diseño y el que salió en Le Monde tienen diferencias porque la dirección consideró “chocante” la imagen presidencial y borró al presidente de parte del diseño, que lo mostraba en una posición comprometida.