Ricardo Wechsler, quien apeló el sobreseimiento, afirmó que “hoy en día la causa está para ser investigada en serio”. “Van a tener que demostrar que el dinero que poseen no lo adquirieron ilícitamente”, dijo.
El fiscal Ricardo Wechsler celebró hoy la decisión de la Cámara Federal de Casación Penal de reabrir la investigación por presunto enriquecimiento ilícito contra el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y su esposa, Alejandra Minicelli, al remarcar que “le quitaron el freno de mano” a la causa “y ahora viene en caída libre”.
“Los que cumplimos nuestro deber, a un año del cambio de gobierno, nos sentimos más seguros porque la verdad a veces triunfa en forma tardía, pero siempre triunfa”, sentenció el fiscal, que además enfatizó: “Tengo la sensación de que la Justicia está más libre que nunca”. En tanto, sostuvo que “hoy en día está la causa para ser investigada en serio” y remarcó que el funcionario y su esposa “van a tener que demostrar” que el dinero que poseen no lo adquirieron ilícitamente.
Tras conocerse la decisión de la Sala IV de Casación, que hizo lugar a un planteo de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) para que De Vido y Minicelli sigan siendo investigados, Wechsler sostuvo que “deben ser analizadas este tipo de situaciones donde hubo sobreprecios, corrupción y cosas que siempre fueron tapadas”.
“Si esto tendría que ser de debida forma, como ponerse el cinturón de seguridad o no violar los semáforos en rojo, la mitad más uno estaría del otro lado”, consideró en diálogo con radio Splendid. Consultado sobre por qué la causa tardó tanto en avanzar, Wechsler respondió “ahora le quitamos el freno de mano y viene en caída libre”.
El matrimonio había sido denunciado por el abogado Ricardo Monner Sans por la compra de una chacra de cuatro hectáreas en Zarate mientras eran funcionarios públicos pero en 2009 el entonces juez federal subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid consideró justificado el incremento patrimonial y los sobreseyó. El fallo fue apelado pero la causa se trabó en la discusión respecto a si la FIA podía intervenir en la causa, hasta que el año pasado la Corte Suprema de Justicia le dio la razón.