Las autoridades pretenden contrarrestar los efectos de los atentados en esta región, que atrae a muchos extranjeros con sus numerosos enclaves turísticos.
Las autoridades chinas ofrecen a cada turista que viaje a la región noroccidental de Xinjiang, escenario de recientes ataques terroristas, 500 yuanes (80 dólares, 58 euros) para intentar incentivar las visitas, mientras incrementan la seguridad y las detenciones en la zona.
Así lo anunció hoy el gobierno provincial, en un cuestionable esfuerzo por combatir la caída del turismo y los negocios en la lejana región noroccidental china tras la incidencia de ataques, según informan hoy medios locales como la cadena de televisión CCTV o China Radio Internacional (CRI). “El número de turistas ha caído hasta el 40% en comparación con el pasado año, desde el incidente de marzo”, aseguró este miércoles a CRI el responsable del turismo de la región, Inam Nesirdi, para defender su propuesta.
En marzo, miembros de fuerzas separatistas de Xinjiang asaltaron una estación de tren de Kunming (Yunnan, sur) y mataron a cuchilladas a 33 personas. Desde entonces, ha habido dos ataques en Urumqi (capital de Xinjiang). El primero el 30 de abril, cuando tres personas murieron y 79 resultaron heridas por el uso de explosivos y armas blancas ocurrido en una estación de tren de la ciudad. El más reciente ocurrió el pasado jueves en un mercado de esa misma urbe. 39 personas murieron y 94 resultaron heridas cuando dos vehículos arrollaron a la multitud y posteriormente explotaron.
Nesirdi también animó a los oriundos de Xinjiang que quieran visitar los países vecinos, al prometer que los trámites de visado serán más ágiles, después de mantener durante largo tiempo la puerta prácticamente cerrada a los turistas domésticos. “Las nubes no pueden tapar el sol. Algunos terroristas aislados no pueden representar a todo un grupo étnico”, dijo Nesirdi a la radio.
La vasta región autónoma atrae normalmente a un buen número de viajeros extranjeros gracias a sus sus enclaves turísticos (más de 1.100, por encima de cualquier otra zona de China), lo que el año pasado le permitió crear 1,5 millones de puestos de trabajo relacionados con este sector, apunta la agencia oficial Xinhua. No obstante, mientras las autoridades persuaden con ofertas a turistas, emprenden una campaña anti-terror poco tranquilizadora para los potenciales visitantes.
Ayer, más de medio centenar de personas fueron juzgadas en un estadio deportivo de la ciudad de Yining, en la prefectura de Yili de Xinjiang, por delitos como “terrorismo violento”, en presencia de unos 7.000 asistentes, según publica hoy el South China Morning Post.
La región autónoma de Xinjiang es, junto al Tíbet, uno de los puntos calientes de China tras décadas de conflicto entre los uigures, de religión musulmana y emparentados con pueblos de Asia Central y los han. Si bien el gobierno chino suele responsabilizar de los conflictos a grupos terroristas que vincula con fuerzas externas como Al Qaeda, los grupos uigures en el exilio acusan a Pekín de usar el terrorismo como excusa para reprimir su religión y cultura.