El presidente de Shell aseguró, además, que habrá nuevos ajustes en el precio de la nafta.
El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, recomendó “no gastar a cuenta” los ingresos proyectados por la explotación de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta. El empresario, que anticipó además nuevos retoques en los precios locales de los combustibles, consideró que la Argentina todavía debe establecer un “marco predecible” para que lleguen las inversiones necesarias a fin de poner en marcha el yacimiento neuquino.
“Muchos están gastando a cuenta y hasta ponen montos (a los ingresos potenciales) por Vaca Muerta. Pero la cosa no es tan así como se dice. Hace falta cumplir con una serie de condiciones para lograr que activemos un proyecto que tiene entre 35 y 50 años de vida útil”, indicó Aranguren, quien citó especialmente la necesidad de recrear reglas de juego claras para que se desarrollen las inversiones necesarias. Entre esas reglas, juzgó imprescindible una actualización de la Ley de Hidrocarburos, que data de 1967, cuando todavía no existía ni la explotación off shore ni estas explotaciones de combustibles no convencionales.
En ese sentido, Aranguren consideró favorable el acuerdo logrado por la Argentina para regularizar su deuda con los países que integran el Club de París, en el sentido de lograr “salir del Veraz” y comenzar a recibir inversiones desde el extranjero. Pero aclaró que esto no implicará una solución rápida de la crisis energética que vive el país, que importa 12% del total de sus necesidades de energía a un elevado costo de entre 12 y 14 mil millones de dólares anuales, la mitad de las reservas actuales del Banco Central. Dichas necesidades, de acuerdo con esta evaluación, se mantendrán por lo menos hasta los primeros años de la próxima década. Por eso, Aranguren recomendó: “no tendríamos que estar gastando a cuenta”.
“Las necesidades de inversión son relevantes. Se va a requerir entre 25 y 30 mil millones de dólares para poder desarrollar la explotación de Vaca Muerta”, enfatizó el titular de Shell al reclamar prudencia. Hasta ahora, las empresas YPF y Chevron, que comenzaron con la explotación del yacimiento, llevan invertidos poco más de US$ 1.500 millones.
Consultado por el precio local de los combustibles, Aranguren fue enfático al señalar que desde la última devaluación las tarifas están dolarizadas, pero aún se mantienen más bajas que en el mercado internacional. Consideró que antes de fin de año habrá un nuevo ajuste en la nafta y el gasoil. Pero aclaró que el caso de que hubiese otro ajuste del tipo de cambio, sería inevitable una nueva corrección de los precios en pesos.