La falta de inodoros podría estar ligada a la cantidad de violaciones

Las últimas dos víctimas que aparecieron colgadas de un árbol tras ser violadas en grupo habían sido capturadas cuando iban a un descampado para hacer sus necesidades. Se estima que 620 millones de habitantes defecan a cielo abierto.

falta de inhodoros en IndiaA raíz del caso ocurrido la semana pasada, en el que dos adolescentes fueron halladas colgadas de un árbol tras haber sido violadas en grupo, desató la furia y la indignación de pueblos enteros en la India. Y dejó al descubierto un drama sin solución que padecen millones de personas en ese país: no tienen inodoros y deben hacer sus necesidades al aire libre. Esas dos chicas fueron capturadas cuando iban a un lugar abierto para tener intimidad y hacer sus necesidades fuera de la mirada de curiosos.

Su final fue tremendo. Las dos adolescentes, que eran primas, fueron interceptadas por un grupo de cinco hombres que las violaron repetidamente y que luego, según indicó el examen forense inicial, las colgaron de un árbol de mango hasta su muerte.

Unicef lanzó una campaña meses atrás, llamada “Take the Poo to Loo” (algo así como “Poner la caca en el inodoro”), para intentar concientizar sobre ese flagelo e intentar un aporte que ayude a revertirlo o mejorarlo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef estiman que apróximadamente 620 millones de habitantes de la India defecan a cielo abierto. Esa cifra equivale a más de la mitad de la población total. Si bien el gobierno de la India ha presentado algunos planes para tratar esta situación, la información del último censo revela que existen más personas con teléfonos fijos o móviles que con baños.

El tema de la falta de baños para hacer sus necesidades es un problema que afecta en especial a mujeres y niños. A las mujeres, porque es alta la incidencia de ese factor, entre otros, en casos de violaciones en un país en el que los abusos crecen a niveles alarmantes. Y en el caso de los niños, por la falta de higiene que conlleva enfermedades infecciosas que, en algunos casos, pueden llevarlos hasta la muerte.

Más allá del problema estructural, también está muy arraigada una cuestión cultural. Se torna difícil a veces acostumbrar a poblaciones rurales que desde sus orígenes practican la defecación al aire libre y consideran la práctica como algo normal. Incluso se niegan a tener una letrina o inodoro en sus viviendas.

Cuenta el diario español El País que, preocupado por este problema, el jefe del poblado de Dehelud, Shyoji Ram, hace años se propuso convertir su localidad en un lugar sano y seguro. “Fue en 2005, cuando me nombraron alcalde. En aquel entonces, solo el 3% de las casas tenían un inodoro, y el resto iba al campo a hacer sus necesidades. Los niveles de diarreas y de otro tipo de problemas de salud relacionados con la higiene eran muy elevados, así que puse en marcha un proyecto para construir una letrina en cada casa”, recuerda. Pero no fue fácil. “Los hombres no entendían la necesidad de invertir dinero -entre 2.500 y 5.000 rupias, de 31 a 62 euros- en una infraestructura para hacer algo que salía gratis. Y las mujeres, que son las que más sufren las consecuencias de su falta, no se atrevían a dar su opinión”, explica Ram.

El País detalla que, finalmente, el alcalde se decidió por una estrategia que ha tenido éxito en hacer cambiar de opinión al pueblo. “Comencé instalando inodoros en la escuelas para que los niños entendieran cuál es su importancia, sobre todo las niñas. Y en clase les mostrábamos las ventajas de tener uno en su vivienda, sobre todo en la erradicación de enfermedades que provocan muchas muertes. Luego, los alumnos regresaban a casa y convencían a la madre para que, finalmente, el padre accediera a su construcción”, cuenta Ram. Poco a poco, fueron sumándose a la iniciativa.

“A quienes están por debajo del umbral de la pobreza se les ha concedido una subvención y ya no hay ninguna casa sin inodoro, cuenta el alcalde. Y ahora nadie duda del valor que tiene. Y, entre otros beneficios para la higiene y salud del pueblo, Ram asegura que no ha habido violaciones en su comunidad.