El director de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, habló esta mañana en la 99.9. Se refirió a un caso ocurrido en la frontera con Paraguay, del que surgió una carta dirigida a Jorge Capitanich. “Está haciendo cosas referidas específicamente a la política y no se está fijando en lo que sucede a metros de su provincia”. Además, brindó detalles sobre el paso de la droga por las fronteras argentinas.
En Argentina, el narcotráfico está presente y todos los días surgen informaciones que lo confirman. El director de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, tomó conocimiento de un caso ocurrido en la frontera y escribió un artículo con recomendaciones para Jorge Capitanich.
Esta mañana en la 99.9, Izaguirre destacó: “el jueves, el Diario El Norte de El Chaco dio la noticia de que fuerzas del narcotráfico de Paraguay cruzaron la frontera para atacar el Escuadrón 16 de Gendarmería Nacional y liberar a 4 narcotraficantes que están detenidos allí. Cruzaron la frontera, invadieron el país, atacaron un escuadrón y fueron repelidos. El país está tan desprotegido que hasta los narcos invaden la República en forma descarada”.
A partir de lo ocurrido, pidió que los políticos, específicamente a Capitanich, que se hagan responsables del problema: “Capitanich está haciendo cosas referidas específicamente a la política y no se está fijando en lo que sucede a metros de su provincia. La situación del país está mucho más complicada de lo que ellos pretenden decir. Quería pedirle que haga algunas cosas, como cerrar los pasos clandestinos y destruir las pistas clandestinas; que haya una ley de derribos; todas cosas que uno va pidiendo hace cinco años, pero sabemos que caen en saco roto”.
Izaguirre sabe que no hay una decisión real de luchar contra el narcotráfico: “no es intención del Gobierno. Gendarmería Nacional está desprotegida en la frontera porque la mayoría de los gendarmes está en Buenos Aires cuidando las autopistas y las iglesias”.
En la frontera, quienes ingresan al país no son controlados adecuadamente. Y cualquiera, aun con antecedentes, puede cruzar sin problemas. “Migraciones tendría la obligación de controlar los antecedentes penales de cada persona que ingresa a la República. De esta manera, deberían evitar el ingreso de los pungas chilenos, pero también de los grandes narcos que vienen a vivir a Puerto Madero. Hay 6 carteles instalados en el país y producen cocaína en Argentina, aunque no le guste a Capitanich”, destacó Izaguirre.
El tráfico de drogas sigue siendo abordado con mucha liviandad desde el Gobierno: “la situación es delicada con el permisivismo con que se trata el tema. Es algo que podría denominarse como un genocidio, porque todo esto causa un daño profundo, sobre todo a los jóvenes. El gobierno que venga el año próximo tendrá ahí un serio trabajo, en el freno del ingreso de las drogas y el narcotráfico, y más todavía en la cuestión asistencial y preventiva”.
Las políticas suelen enfocarse en una temática específica que Izaguirre se ocupó de describir: “el Gobierno no paga los alquileres de los CPA, no paga la luz, el teléfono y mucho menos los sueldos. Incluso, algunos de ellos se están cerrando. Quieren hacerlos desaparecer para instalar la denominada ‘reducción de daños’, que es una modalidad que le enseña a los jóvenes cómo drogarse con éxito y los ayudaría a controlar las consecuencias del consumo. Como no sacan a los jóvenes de las drogas, estos crecen y otros hábitos más aparecen”.
Los ejemplos del continente parecen no ser los mejores: “Uruguay dice que libera la droga, pero las empresas hoy prevén no tomar como empleados a las personas que están en la lista de consumidores de marihuana que pide el gobierno para venderles la droga. El narcotráfico no se acaba con liberalizar las drogas, se acaba cuando se lo combate de frente”.