La madre de una nena de 10 años es Testigo de Jehová y se negaba a la intervención quirúrgica. El juez entendió que el Estado debe intervenir cuando está en riesgo la vida de la criatura.
La justicia rosarina ordenó la intervención quirúrgica y transfusión a sangre de una nena de 10 años con un tumor maligno, cuya madre se negaba a la operación por profesar el culto de Testigos de Jehová.
Los padres de la criatura habían manifestado su negativa ante los médicos del Sanatorio de Niños. Por razones religiosas, se oponían a que se efectúe la transfusión de sangre. Los cual los apoderados del sanatorio realizaron una presentación ante la Justicia de Familia.
El juez Ricardo Dutto sostuvo en su resolución que el Estado puede y debe intervenir en la decisión de los progenitores cuando se trata de salvaguardar la vida de la menor. Además, intimó a los padres al “ejercicio efectivo de su responsabilidad paternal“. De lo contrario, la nena será considerada en estado de abandono y se notificará a la Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
Eduardo Javkin, director del Sanatorio de Niños, explicó a “El primero de la mañana” de La Ocho que la nena de diez años padece osteosarcoma, un tumor maligno en la cabeza del fémur por el cual recibió quimioterapia intensiva. “En este momento se puede efectuar la intervención quirúrgica para reemplazar todo el fémur y la cadera por una prótesis de elevadísimo costo -cerca de los 300 mil pesos-. Pero si se pierde esta oportunidad, se pierde una posibilidad muy seria de salvarle la vida“, apuntó Javkin.