El juez que investiga hace tres años el caso Nóos, considera que la hermana del rey se enriqueció ilícitamente a través de su esposo Nunca en la historia de la monarquía española un familiar directo del rey fue al banquillo. A Urdangarín lo acusan de nueve delitos
La infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI de España, fue procesada ayer por delito fiscal y blanqueo de capitales por el magistrado que investiga hace más de tres años el caso de corrupción que protagoniza su marido, Iñaki Urdangarin. El juez José Castro, de Palma de Mallorca, la mandó al banquillo de los acusados junto con su esposo por el escándalo que hundió la imagen de la monarquía y amargó los últimos años de reinado a Juan Carlos I.
La casa real reaccionó con prudencia, pero desmarcándose de la infanta Cristina: “pleno respeto a la independencia del Poder Judicial”, señaló escuetamente.
El juez sostiene que la infanta se benefició de los negocios ilegales que su marido hizo presuntamente con administraciones públicas desde el Instituto Nóos, organización vinculada al deporte, y en teoría sin fines de lucro que encabezó con un antiguo profesor como socio, Diego Torres.
Urdangarin será juzgado por supuestamente haberse apropiado junto a este último de 6 millones de euros de dinero público. Los beneficios de los negocios del ex deportista iban a parar a una empresa, Aizoon, de la que el ex jugador de balonmano y la infanta eran dueños del 50%o.
La infanta Cristina actuó “lucrándose en propio beneficio” y “facilitando los medios para que lo hiciera su marido” mediante una “colaboración silenciosa”, indicó el juez. La fiscalía, que se opuso desde el primer momento a la imputación de Cristina, de 49 años, anunció que recurrirá la decisión, igual que hará la defensa de la infanta.
“Ha sido imputada por ser quien es”, señaló el fiscal del caso, Pedro Horrach. Si hubiera sido otra persona, “ni se habría hablado de ella”, añadió.
“No hay ninguna actuación que pueda ser considerada delictiva”, indicó por su parte el abogado de la infanta, Miquel Roca. Cristina recibió la noticia “con tranquilidad” ya que confía en que se “restablecerá la situación”.
La decisión final de enviar a la infanta al banquillo estará en manos de un tribunal superior, la Audiencia Provincial de Palma, que verá las pruebas. Ese cuerpo anuló en 2013 una primera imputación de la infanta. La segunda, en enero de pasado, no la recurrió al igual que la defensa y la fiscalía. Nunca antes en la historia de monarquía española un familiar directo del rey fue juzgado.
“Cristina de Borbón colaboró activamente con Urdangarin en las irregularidades que se cometieron en Aizoon”, afirmó el juez. A su marido lo acusan de nueve delitos. Entre ellos, malversación, prevaricación, tráfico de influencias, estafa y delitos fiscales. Con la llegada de su hermano al trono, Cristina dejó oficialmente de formar parte de la familia real. (DPA)