Sólo el 20 por ciento de las personas que realizan consultas relacionadas con fertilización asistida necesitan tratamientos de inseminación o procedimientos in vitro.
Los corresponden al programa de fertilización del Ministerio de Salud bonaerense, que destaca que la provincia de Buenos Aires ya atendió 28.000 consultas desde que se implementó la ley provincial en 2011.
Según explicaron los especialistas, uno de los diagnósticos más frecuentes es el de varicocele, una patología muy común que afecta al 15 por ciento de los varones, que consiste en una dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos.
En la población femenina, en tanto, predominan las alteraciones hormonales y la obstrucción en las trompas de Falopio, lo que dificulta el encuentro entre los óvulos y los espermatozoides.
“Cuando la infertilidad es de causa hormonal suele solucionarse con medicación que ayuda a regularizar la ovulación y a estimular el desarrollo de óvulos maduros. Mientras que si se trata de una obstrucción tubárica o de trompas, existe la posibilidad de realizar una cirugía con laparoscopía mínimamente invasiva”, explicó Natalia Tarducci, referente del Programa de Fertilización Asistida del ministerio de Salud de la Provincia.
El varicocele suele ser una patología asintomática en los varones, aunque en ocasiones provoca sensación de pesadez o dolor en los testículos.
La buena noticia es que también se trata de un trastorno que mayormente puede revertirse con una intervención quirúrgica. “Las estadísticas indican que 2 de cada 10 parejas que se propongan buscar un hijo tendrán problemas de fertilidad”, dijo el ministro de Salud, Alejandro Collia.
A raíz de ello, los especialistas sugieren que las consultas deben realizarse si pasados los 12 meses de búsqueda la mujer no logra quedar embarazada, ya que un diagnóstico temprano aumenta las posibilidades se subsanar cualquier problema que esté impidiendo la fecundación.
“Cuando una pareja llega a realizar una consulta, primero se la entrevista en conjunto pero luego se procede a realizar los estudios por separado que, inicialmente, son el espermograma para los hombres y los análisis hormonales en la mujer”, explicó Tarducci.
Collia resaltó que “si bien las dificultades para concebir tienen gran impacto psicológico sobre todo en el hombre, la infertilidad no debe pensarse como una enfermedad permanente y sin solución. Por el contrario, hoy es mucho más fácil acceder al tratamiento adecuado gracias a la Ley”.
Desde su sanción en diciembre de 2011, la legislación es pionera en el país y permitió que nacieran un total de 100 bebés, cuyos padres iniciaron el tratamiento gratuito en hospitales de la Provincia.
Asimismo, la sanción de la ley nacional, el año pasado, posibilitó que esta enfermedad sea incluida dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO), que exige que las empresas de medicina prepaga y las obras sociales deban cubrir los tratamientos.