La Dra. Viviana Baranchuk habló esta mañana en la 99.9, comentando los resultados de un estudio sobre el consumo de alcohol. “La mujer, fisiológica o metabólicamente, debe consumir menos alcohol que el hombre, porque el hígado no lo puede metabolizar”, señaló. También advirtió sobre los peligros de beber en exceso.
El consumo de alcohol en los jóvenes, y sobre todo en las mujeres, está preocupando a propios y extraños. El aumento en las cantidades consumidas termina generando algunas problemáticas particulares desde lo social, pero también desde lo físico.
Una encuesta reciente revela que las mujeres consumen mucho más de lo que sus organismos pueden asimilar, y eso tiene graves consecuencias. La encargada de la investigación es la Dra. Viviana Baranchuk, médica nutricionista. Esta mañana, en diálogo con la 99.9, indicó: “la mujer, fisiológica o metabólicamente, debe consumir menos alcohol que el hombre, porque el hígado no lo puede metabolizar. Puede consumir el 50% del alcohol que consume el hombre en promedio”.
El estudio no solo tomó en cuenta el efecto que provoca el alcohol al momento del consumo, sino las consecuencias que puede traer a largo plazo. En ese sentido, la especialista puntualizó: “se hizo una encuesta a hombres y mujeres adolescentes y se dio que las mujeres consumen más que los hombres. Eso provoca que tengan más grado de hígado graso o hepatitis alcohólica, que después puede terminar en una cirrosis. Consume a la par del hombre, pero el hígado metaboliza menos”.
Allí, mucho tiene que ver la aparición masiva de las denominadas previas: “se exceden mucho en las previas, con el consumo de cerveza, fernet, gaseosas comunes, vodka, energizantes, etc. Esto suma valor calórico también. Hicimos un promedio de previa por persona y está en casi 2.000 calorías, que equivale al valor calórico de consumo de todo un día”, dijo Baranchuk.
Las conclusiones son claras. Y sin dudas, tener tantas calorías en el cuerpo puede traer muchos trastornos. Pero el relevamiento también abordó los motivos por los que se consume tanto. En ese sentido, la nutricionista comentó que “una de las explicaciones tiene que ver con una situación social, y otra de las manifestaciones es la desaparición de las inhibiciones. Esto trae otras complicaciones, como enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, accidentes automovilísticos y demás”.
Mucho influyen, además, las publicidades, que estimulan la idea de desinhibirse. “No tendríamos que tomar alcohol para desinhibirnos, pero esto se arraigó como un hábito de las previas y lamentablemente está degradando al adolescente. No hay control ni de los padres ni del gobierno, porque existe, lo vemos y suceden muchas complicaciones”, finalizó Baranchuk.