Críticas de la ONU por negar antirretrovirales a inmigrantes

En el mundo hay 35 millones de personas con el virus del VIH. Todavía sigue sin acceso a fármacos el 63% de los pacientes. El 40% de las infecciones en Europa se da en varones homosexuales.

retroviralesEl organismo de Naciones Unidas para la atención al VIH, Onusida, aprovechó la publicación de su informe sobre la situación actual de la infección en el mundo para criticar a los países europeos que limitan el acceso a los tratamientos antirretrovirales a la población inmigrante. Una política restrictiva que, a juicio de esta institución, tiene un impacto muy negativo.
“Ofrecer tratamiento tiene beneficios económicos para la sociedad a través de la mejora de la salud y la productividad de las personas”, sostiene Onusida en su informe sobre las brechas del VIH (“The Gap report”), presentado en Ginebra a pocos días de que comience el Congreso Mundial de Sida que se celebrará en Australia.
A pesar de las ventajas del tratamiento para reducir la transmisión del virus, y del considerable abaratamiento de los antirretrovirales en los últimos años, Onusida recuerda que aún hay 16 países europeos que no dan esta terapia a los inmigrantes indocumentados; entre ellos, España. “Es difícil argumentar que los seropositivos sin papeles incurren en un gran costo económico para el país de destino, considerando el abaratamiento de los fármacos y los beneficios que ellos pueden aportar a largo plazo si están sanos”.
La dificultad de acceso a la medicación (todavía el 63% de los pacientes con VIH en el mundo no recibe tratamiento) es solo una de las sombras en el extenso informe de 400 páginas en las que se recogen los logros y retos aún pendientes en torno a una infección que afecta a 35 millones de personas en el mundo.
Entre las luces, el descenso en el ritmo de nuevas infecciones. Por eso, aunque 2,1 millones de nuevos casos en 2013 suena dramático, esta cifra supone una reducción del 38% con respecto a las que se registraron en 2001. En esa cara positiva del virus ocupan también un lugar destacado los niños, ya que los nuevos casos se han reducido un 58% en una década gracias a la atención en el embarazo y el parto a las madres seropositivas en el mundo. Pese a ello, 240.000 niños en todo el planeta nacieron con el VIH en 2013 y se calcula que 3,2 millones de menores de 15 años son portadores.
El acceso al tratamiento es otra de las grandes preocupaciones de Onusida. Casi 13 millones de personas recibían terapia contra el virus del sida el año pasado, lo que supone un importante logro con respecto a las cifras del pasado, cuando slo un 10% de los pacientes que lo necesitaba tenía acceso a los cócteles.
El organismo de la ONU calcula que la generalización del tratamiento a escala planetaria ha logrado evitar 7,6 millones de muertes por VIH desde 1995. Pero ese optimismo no hace olvidar que tres de cada cinco candidatos aún no puede medicarse (lo que supone la friolera de 22 millones de personas en el mundo). Una llamada de atención que comparten desde la ONG Médicos sin Fronteras, cuya directora médica, Jennifer Cohn, ha hecho un llamamiento “a gobiernos y donantes” para incrementar hasta el 80% el acceso a los tratamientos en los pacientes que lo necesitan.
Las coinfecciones por tuberculosis y hepatitis, así como el crecimiento de nuevas infecciones entre los hombres que tienen sexo con hombres y otros colectivos de riesgo (como los prisioneros; las trabajadoras del sexo, 13 veces más susceptibles que el resto de mujeres; o los usuarios de drogas inyectables) también se mira con lupa en el documento, que lanza una voz de alerta sobre la criminalización del colectivo homosexual en diversas partes del mundo.
En lo que respecta a la situación de España, Onusida calcula que 150.000 personas son portadoras del virus (20.000 más que en 2005). Un 25% de todos los casos de VIH en Europa occidental (el documento considera por separado a las naciones de Europa del Este) se concentran en cuatro países: Francia (8%), España (6%), Reino Unido (5%) e Italia (5%).
En el Viejo Continente y EEUU, la mayor carga de la enfermedad se da en el colectivo de varones que tienen sexo con otros hombres (que representan el 40% de las nuevas infecciones en Europa), las comunidades afroamericanas y los inmigrantes procedentes del África Subsahariana.