El país norteamericano acelera su crecimiento en la industria automotriz, que se incrementa un 7,4% respecto del mismo periodo del 2013.
Las marcas de automóviles de Asia y Europa han aterrizado sus inversiones en México para construir plantas armadoras de vehículos. Así, han catapultado a la industria automotriz del país como no había ocurrido antes. El octavo productor de coches del mundo se ha convertido apenas hace unos días en el primero de América Latina, rebasando a Brasil en la fabricación de vehículos. México se ha superado a sí mismo: en el primer semestre de 2014 consiguió producir 1,59 millones de automóviles, 7,4% más respecto al mismo periodo del 2013, mientras que Brasil sufrió una caída que dejó su producción semestral en 1,57 millones de coches.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (Anfavea) ha reconocido que la caída del 16,8% de la producción de automóviles se debe al descenso de las ventas en el mercado brasileño. Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), no se fía de que esta tendencia pueda sostenerse hasta el final del año pero observa las bondades de la industria automotriz mexicana. “El 95% de lo que está fabricando Brasil, lo está vendiendo en su propio mercado, y solo el 5% lo está exportando. El caso de México es justamente al revés, el 83% de lo que fabricamos lo exportamos y tenemos un crecimiento importante”, señala.
Las razones del ascenso no son ninguna sorpresa, cuando en los últimos cuatro años se ha anunciado la apertura de seis plantas armadoras de automóviles en México. Marcas como Audi, Mazda, Honda, Mercedes Benz, Nissan-Renault y BMW han encontrado las condiciones para instalarse en el país, cada una invirtiendo unos 1.000 millones de dólares. También, han visto una oportunidad para consolidarse en el continente americano: México es el segundo país que exporta vehículos a Estados Unidos. En 2013, de los casi tres millones de coches que se ensamblaron, un 70% cruzó la frontera norte.
Una de las claves de la exportación hacia Estados Unidos está en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés) que desde 1994 eliminó los aranceles para el comercio automotriz con Estados Unidos y Canadá. Solís reconoce que los tratados comerciales que México tiene con más de 40 países son pieza importante para que las compañías de automóviles decidan instalar sus plantas armadoras en el país. Sin embargo, añade que otros cuatro factores son cruciales cuando estas empresas toman la decisión: la ubicación geográfica, una fuerte base de proveedores de autopartes, mano de obra capacitada y un gobierno que mantiene la economía estable.
“El proceso de decidir la construcción de una planta en México fue sumamente fácil. En México cuentan con una economía pujante y una base industrial firme. Cuentan con una red sólida y bien establecida de proveedores. Cuentan con una fuerza laboral altamente motivada y capacitada”, explicaba a principios de julio Harald Krüger, miembro del Consejo de Administración de la alemana BMW, al momento de anunciar la apertura de una planta automotriz en San Luis Potosí, (norte de México). Krüger también destacó que en 2013 la automotriz alemana compró 1.600 millones de dólares en autopartes fabricadas en el país, lo que le garantizaría una larga lista de proveedores para su nueva fábrica. México tiene más de 1.100 empresas de manufactura de autopartes (es el sexto exportador del mundo) y emplea en ellas a 1,7 millones de personas.
Otro caso es el de la automotriz japonesa Mazda, que necesitaba contar en un año con 2.000 técnicos para su planta en el Estado de Guanajuato (centro de México), que abrió sus puertas en enero. “Lo consiguió en menos de seis meses”, cuenta Solís sobre la compañía que se ha propuesto construir en México unos 230.000 vehículos para 2016. Mazda es para Solís la prueba de que la industria del automóvil en México vive un momento vibrante en el que las inversiones llegan sin parar y superan las expectativas.
La AMIA estima que al final del 2014 México producirá 3,1 millones de automóviles, rompiendo el récord del año pasado de 2,9 vehículos. Y que los frutos de las inversiones que se han anunciado en los últimos cuatro años llegarán en 2017 cuando la producción de coches mexicanos alcance los 4 millones de unidades. México ya prepara los motores para el despegue en la industria automotriz.