Las ciclovías del futuro estarán en el aire

Holanda tiene una rotonda elevada que une tres rutas. Y en Londres planean construir 220 kilómetros de bicisendas sobre vías del tren.

ciclovías-proyecto-LondresEl futuro de las bicis está en el aire: alrededor del mundo, avanzan en la construcción de puentes y vías elevadas exclusivas para ciclistas. Desde el Hovenring, una rotonda aérea en Eindhoven, Holanda, hasta el plan del arquitecto Norman Foster para hacer 220 km. de bicisendas sobre las vías ferroviarias de Londres. Mientras en Buenos Aires muchos siguen quejándose por las ciclovías, en las grandes ciudades del planeta invierten millones en infraestructura para los ciclistas, así como alguna vez construyeron autopistas.
En Holanda las bicicletas forman parte del ADN de la población. Hace tiempo que construyen puentes para ciclistas, pero dos de ellos son joyas arquitectónicas. Uno es el Nescio Brug, en Amsterdam. De color blanco, tiene 780 metros de largo y planea sobre el canal Amsterdam-Rin. Conecta al Ijburg, un distrito sobre tierras ganadas al mar, con el continente. Costó 9,5 millones de euros y fue construido en 2005. Y el puente más sorprendente es el Hovenring, una rotonda aérea de acero que parece un plato volador. Está sobre el cruce de rutas que conecta a las ciudades de Eindhoven, Veldhoven y Meerhoven. Lo habilitaron en 2012, tras una inversión de 20 millones de euros. Tiene 72 metros de diámetro y está suspendido en el aire por 24 cables sujetos a una torre de 70 metros de altura.
Pero la vanguardia en infraestructura para bicis se sueña en Londres. En 2013, el arquitecto Norman Foster y los estudios Exterior Architecture y Space Synatax presentaron el SkyCycle, un proyecto para hacer 220 km. de ciclovías sostenidas por pilotes sobre las vías de los trenes suburbanos. La red tendría 10 rutas con 200 puntos de acceso y costaría 200 millones de libras (US$ 335,5 millones). En la compañía Network Rail, que opera los trenes londinenses, anticiparon que apoyarán el plan.
Según Foster, su idea es una solución ante la falta de espacio en las calles de Londres, que impide segregar a los ciclistas de los autos. “SkyCycle es una aproximación lateral para encontrar espacio en una ciudad congestionada –dice–. Usando los corredores sobre las líneas de trenes suburbanos, podríamos crear una red segura de rutas sin autos para ciclistas, en ubicaciones ideales para los que viajan a diario para ir a trabajar”.
En Copenhague, Dinamarca, hay 570.000 habitantes y 660.000 bicicletas. Otros 12.000 ciclistas llegan desde las islas Brygge o los distritos del Vesterbro. Para ellos, que antes debían cruzar un puente con escaleras con la bici a cuestas, en la zona del puerto este año inauguraron el Cykeslangen, un puente naranja para ciclistas con forma de serpiente. Costó 4,3 millones de euros. Tiene 230 metros de largo, y pedalearlos es como planear siete metros por encima del agua.
En Buenos Aires hay 130 km. de ciclovías y mucho por hacer. Y aún hay gente que pregunta por qué una ciudad debe invertir en infraestructura para ciclistas. Foster opina: “creo que las ciudades donde uno puede caminar o andar en bici en vez de manejar son lugares más agradables para vivir”.