En la Justicia hay 9 causas. Además de la usurpación, hay denuncias por tráfico de drogas, venta de armas, homicidio y hasta un secuestro. Solo hay un detenido entre los organizadores de la ocupación.
La situación en la toma de Lugano es cada vez peor. A casi seis meses de la usurpación, el predio es dominado por narcotraficantes que atemorizan a los habitantes de la villa 20.
Mientras la orden de desalojo sigue trabada, la situación ya provocó que se iniciaran nueve causas judiciales, algunas por tráfico de drogas, venta de armas, personas baleadas, abusos sexuales y hasta un secuestro.
“La usurpación de la que se ocupa la Justicia de la Ciudad dejó de ser el mayor de los problemas, en comparación con los delitos de narcotráfico, tenencia de armas, secuestros, violaciones y asociación ilícita, cuya competencia es exclusiva de la Justicia Nacional, de la cual se requiere una intervención urgente para no tener que lamentar una tragedia”, aseguró Martín Ocampo, titular del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad (MPF).
En tanto, el legislador Gustavo Vera también denunció la presencia de narcos, aunque para él “en la toma no hay sólo delitos. El problema de fondo es que la Ciudad nunca avanzó con la urbanización. En el predio hay mucha gente, especialmente mujeres con chicos, que son víctimas de los delincuentes”.
La toma del predio de Fernández de la Cruz y Pola comenzó en la madrugada del 24 de febrero, cuando un grupo de habitantes de la villa 20, que está al lado, ocupó el lugar. El MPF tiene probado que la usurpación fue organizada por punteros políticos, algunos de ellos vinculados con el Movimiento Evita, para lotear el suelo y vender las parcelas en $ 8.000 a $ 20.000.
El tema es que junto con ellos también ingresaron los narcos. A medida que la investigación por la usurpación fue cercando a los cabecillas de la toma el margen de acción creció para los delincuentes.
El contexto violento se confirmó desde la primera noche, cuando fue asesinado uno de los ocupantes, Osvaldo Soto. En esa causa, la Justicia de Instrucción pidió la captura internacional de Rolando Rivas Dávalos, un paraguayo que se fugó del país.
La otra causa que se inició el primer día fue la de la usurpación. En este expediente, el que maneja la Justicia de la Ciudad, uno de los organizadores, Marcelo Chancalay, un puntero político con vinculaciones con el kirchnerismo, el macrismo y UNEN, se fugó y fue detenido semanas después. Reconoció su culpa y negoció en un juicio abreviado una condena de ocho meses de prisión en suspenso. Además, el MPF ya pidió la elevación a juicio de otros nueve cabecillas de la usurpación.
El problema con esta causa es que la jueza contravencional Gabriela López Iñíguez aún no concretó el desalojo.
La explicación es que las fuerzas de seguridad (Policía Metropolitana, Federal y Gendarmería) no le presentaron un plan para liberar el predio. Esta jueza también denegó un pedido del MPF para preservar la identidad de los testigos: “Tenemos más de 70 testimonios de vecinos que denunciaron los hechos violentos, por eso queríamos que declararan con identidad reservada, pero la jueza no nos lo otorgó”, afirmó el fiscal Carlos Rolero.
A raíz de la investigación por la usurpación aparecieron otras causas, que le corresponden a la Justicia nacional. Una de ellas es la que se originó cuando Sonia Angles, una joven de 23 años, fue baleada en un enfrentamiento entre los narcos de la toma. La joven estaba embarazada y perdió el bebé. También hay otra causa por disparos de armas y lesiones, cuyo damnificado es Alfredo Ramos; y otro expediente por una persona que fue secuestrada en una casilla y liberada por la Federal.
Otra denuncia, presentada por el MPF ante el juzgado penal N° 14, fue por asociación ilícita, homicidio, abuso sexual, privación de la libertad, estafa y demás delitos. También hay otra por venta de drogas en la que fueron detenidos tres hombres, luego liberados.
A su vez, previa a la toma existía una causa por la urbanización pendiente de la villa 20.
Ese expediente, a cargo de la jueza contencioso administrativa Elena Liberatori, tampoco puede avanzar justamente porque el predio aún no fue liberado.