Argentina tiene la canasta de productos tecnológicos más cara de la región, algo que siempre fue igual, según los especialistas. La conclusión resulta de un informe privado donde se indicó que se pagan mayores impuestos y además, colabora la traba a las importaciones.
La tecnología siempre está en evolución y cada vez de manera más veloz. A pesar de ello, Argentina parece ser la excepción a la regla. Un estudio privado indicó que la oferta de productos electrónicos en nuestro país es cara, limitada y atrasada si se la compara con las principales economías de Latinoamérica y los Estados Unidos.
Quien realizó el estudio fue la consultora Marco (Marketing Consultants) y determinó qué cantidad de salarios se necesitan en cada país para acceder a una “canasta de equipos de tecnología” que incluye notebooks, tablets, televisores, smartphones, cámaras digitales, consolas de juegos y reproductores de audio y video; considerando que sean de primeras marcas.
Este relevamiento señala que en Argentina se necesitan 11,2 salarios mensuales promedios para acceder a esta canasta de bienes, mientras que en otros países como México se requieren 9, en Brasil, 8,3; y en Chile, 5,2. El costo de esta canasta digital en Argentina es de 7.813 dólares, es decir un 20% más alto que en Brasil, 39% más que en Chile y 46% más que en México. En Estados Unidos, los mismos aparatos cuestan US$ 3.777, menos de la mitad que en Argentina.
Muchos factores hacen que la compra en forma local sea una opción más segura en el mediano y largo plazo como las cuotas fijas, las garantías extendidas y los descuentos bancarios; pero también en algunos casos como los productos de computación, se pueden llegar a pagar el doble o triple que en Estados Unidos y entre un 30 y 70% más comparados con otros países de Latinoamérica.
La compra en el exterior, entonces, aparece como una alternativa, ya que los datos oficiales indican que, a pesar del cepo cambiario, el turismo emisivo no cedió. El INDEC, en sus estadísticas de noviembre, señalaron que salieron del país 174.102 personas, un 1,5% más respecto del mismo mes del año pasado y gastaron 228.818.417 dólares.
Ramiro Izurieta, gerente general para el Cono Sur de Marco, explicó porqué se dan las diferencias con otros mercados: “Históricamente, nuestro país es el menos accesible de la región. En años anteriores esta situación se daba, sobre todo, por tener el salario en dólares más bajo, mientras que los precios eran similares a los otros países (productos importados con precios internacionales en dólares). Ahora, el salario no es el más bajo, pero sí los precios son mucho más altos y esto se debe al cierre de las importaciones y las trabas con el dólar”.
El consultor Alejandro Princ, también agregó como un tema a tener en cuenta los altos impuestos: “Mientras en EE.UU. la carga fiscal total llega a un promedio del 8% sobre el producto, aquí asciende a más del 60% entre IVA, derechos aduaneros, impuesto interno a bienes suntuarios, ingresos brutos e impuesto al cheque. A esto debe sumarse el costo de envío y la logística de llegada del producto al punto de venta, lo que incrementa el costo”.
La desventaja que sumó al listado es la disponibilidad de estos aparatos, que es menor en Argentina que en el resto de las naciones que se analizaron en el estudio. “Los productos debieron ser seleccionados de acuerdo con la disponibilidad en la Argentina, dado que en Brasil, Chile y México la variedad de equipos y marcas es notoriamente mayor”, señaló.
El bloqueo a las importaciones juega un papel fundamental porque influye en el precio y en la falta de variedad, según indicó Izurieta: “En esta ocasión la canasta se tuvo que armar teniendo en cuenta, más que nunca, la disponibilidad de mercadería que hay en Argentina. Muchos productos no están acá y en el resto de los países, sí”.