Se trata de una ONG que ayudaba a niños y soldados británicos. El caso fue catalogado como uno de los fraudes más importantes en la historia del país.
Cup Trust, una de las mayores ONG del Reino Unido, se convirtió en una farsa: no sólo servía para evadir impuestos sino que, además, beneficiaba a sus donantes con sumas exorbitantes.
El método que la ONG utilizaba era el siguiente: compraba anualmente metales y bonos del Estado que vendía por una mínima suma a los inversores a través de terceros. Estos inversores a su vez vendían a precio de mercado los bienes y transferían a la ONG las ganancias obtenidas en la operación en forma de donación. Luego reclamaban una compensación a Hacienda a través del Gift Aid, un sistema legal que reduce la retribución al fisco por contribuir con este tipo de organizaciones.
De esta manera, Cup Trust, registró unos ingresos de 176 millones de libras (205 millones de euros) entre 2010 y 2011 y desvió hasta 46 millones de libras (53 millones de euros).
En el Reino Unido, el fondo de compensación por ayudar a una organización benéfica otorga al donante una cantidad que va entre las 250.000 y las 375.000 libras (291.600 y 437.600 euros).
Según la prensa británica, el caso de Cup Trust no es el único. George Osborne, encargado de Finanzas, anunció el año pasado, un tope de 50.000 libras exentas de impuestos. Pero debido a las críticas recibidas, el Gobierno decidió dar marcha atrás, ya que David Cameron se ha tomado muy en serio acabar con este tipo de fraudes. El premier ha prometido utilizar la presidencia británica del G8 para contrarrestar la evasión fiscal. Y se tiró en contra de Starbucks, Google y Amazon. La multinacional fue investigada por el Comité de Cuentas Públicas para esclarecer por qué se pagaban tan pocos impuestos cuando anunciaban ingresos de miles de millones de dólares.
Starbuck, ha estado en la mira después de saberse que había pagado sólo 8,6 millones de libras (10,6 millones de euros) en el impuesto de sociedades británico desde 1998, pese a haber generado 3.000 millones de libras en ventas. Según el informe del Parlamento británico, Starbucks se excusaba para no pagar impuestos en sus escasos beneficios, ya que gran parte de sus ganancias eran transferidas a la rama holandesa de la compañía en concepto de regalías. Según los ejecutivos, su división británica, que emplea a unas 9.000 personas, no es rentable. Sin embargo, la compañía se comprometió más tarde a pagar 20 millones de libras de impuesto de sociedades en los próximos dos años bajo las amenazas de boicot de los consumidores.
En el 2011, Google facturó unos 3.150 millones de euros y pagó en impuestos sólo 4,2 millones. El buscador canaliza sus ventas a través de su filial en Irlanda, un arreglo que le permite pagar una tasa del 3,2% sobre sus ganancias fuera de Estados Unidos. Por su parte Amazon, que pagó menos de 1,2 millones de euros a Hacienda, generó en suelo británico entre 4.200 y 5.700 millones de euros en el mismo año.
Gran Bretaña no sólo ha puesto bajo el foco a estas empresas, sino que también publicó los nombres y las fotos de los 32 mayores estafadores condenados por fraude fiscal durante el año 2012.
En Irlanda, por ejemplo, se publica cada trimestre la lista de contribuyentes condenados por algún delito fiscal, desde el Impuesto de Sociedades al IRPF, IVA, gasolina, tabaco, alcoholes, contrabando, gastos médicos, devoluciones fiscales indebidas, etcétera. La lista incluye el nombre, dirección, ocupación, monto de la multa, años de la pena de prisión impuesta y número de acusaciones.