Thomas Thévenoud estuvo 3 años sin declarar impuestos y sin pagar el alquiler de su casa.
Hasta ahora era un diputado casi desconocido en Francia. Hoy todo el país está al día de sus ingresos, su patrimonio y, sobre todo, sus impagos e irregularidades fiscales y domésticas. Thomas Thévenoud es la nueva ‘piedra en el zapato’ de François Hollande.
Nombrado secretario de Estado de Comercio Exterior en la última remodelación del Gobierno de Manuel Valls, Thévenoud no ha dado precisamente ejemplo de transparencia y buen comportamiento. Ha sido, de hecho, el secretario de Estado más efímero de la V República. Apenas dos semanas en el cargo, este fin de semana el Elíseo anunciaba discretamente la exclusión del político del Ejecutivo alegando motivos personales.
La prensa ha revelado que estos asuntos privados eran en realidad irregularidades fiscales, pues Thévenoud llevaba tres años sin declarar sus impuestos. El Alto Consejo por la Transparencia de la Vida Pública, que se encarga de revisar las declaraciones de actividad y de patrimonio de los ministros y diputados, publicó hoy las cuentas del aludido, que tampoco había informado a este organismo de que tenía una empresa a su nombre.
Este consejo fue puesto en marcha por François Hollande tras la dimisión en 2013 del ministro de Presupuesto, Jérôme Cahuzac, que tenía una cuenta oculta en Suiza. Tras el escándalo Cahuzac, el presidente activó un paquete de medidas para prevenir la corrupción en los escaños y para garantizar la transparencia de sus cuentas, aunque Thévenoud sorteó la vigilancia.
Poco colaborativo a la hora de detallar sus finanzas, el francés también es un moroso. Según ‘Le Canard Enchaîné’, llevaba tres años sin pagar el alquiler de su casa, un apartamento en el distrito V de París, uno de los más caros. El que no lo había olvidado es su casero, que incluso le había amenazado con expulsarle de la vivienda y que no ha tardado en denunciar a los medios al diputado.
Miedo al papeleo
El socialista ha justificado el impago alegando “fobia administrativa”. Despiste o miedo a la burocracia, Thévenoud, que no ha renunciado aún a su escaño, asegura que estas irregularidades se produjeron antes de aterrizar en la Asamblea. “Después todo se ha arreglado”, ha asegurado a la radio Europe 1. Según el socialista, el día 1 de septiembre liquidó su deuda: 41.475 euros, de los cuales más de 12.000 corresponden a la multa por los retrasos.
Alega que tampoco informó al organismo encargado de velar por la transparencia de los políticos de que tenía una empresa a su nombre porque llevaba tiempo sin tener beneficios. “Aunque no ganara nada desde 2012, tiene la obligación de declarar todas sus actividades”, ha defendido el citado consejo, que escudriña a fondo las cuentas del despistado por si hubiera nuevas irregularidades. “No tengo miedo del control fiscal. Se verá que yo no he defraudado. Mi situación ahora está al día”, se defendía Thévenoud en los micrófonos de RTL.
El escándalo ha encendido los ánimos en la calle y también en la Asamblea, donde los socialistas que critican abiertamente al Gobierno se multiplican. El propio Jérôme Cahuzac ha aprovechado el pecado ajeno para minimizar el suyo: “Yo hice una tontería a los 22 años. Thévenoud ha reproducido la misma falta cada año, durante tres”.