El titular de la División Paleontología de Vertebrados en el Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, Ricardo Martínez, se refirió esta mañana en la 99.9 al descubrimiento de un yacimiento de fósiles con más de 200 millones de años. “Llegamos a ese lugar por un dato de un lugareño”, comentó.
En la localidad de Mayares, Caucete; un grupo de trabajo descubrió un yacimiento de fósiles que podría dar muchos datos importantes para la evolución de ciertas especies, teniendo en cuenta que data de 200 millones de años.
El director de la investigación y Titular de la División Paleontología de Vertebrados del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, Ricardo Martínez, explicó en la 99.9 esta mañana que “el período que cubre este yacimiento es cuando todos los continentes estaban unidos en uno sólo que se llamaba Pangea. Es una época muy especial en la evolución de los vertebrados, porque aparecen grupos muy importantes que hoy todavía viven como los primeros mamíferos, las primeras tortugas. Por eso es importante esa etapa”.
Este período de tiempo tiene su preponderancia en la formación de algunas teorías sobre el surgimiento de ciertos grupos. “Es un momento muy cercano a la aparición de los grupos y porque son especies nuevas. Hasta el momento tenemos 12 especies nuevas en el resultado de la última campaña que duró una semana”, comentó.
Encontrar un lugar de este tipo no es una tarea sencilla y Martínez lo sabe muy bien. Sin embargo, llegó a él casi de casualidad. “Llegamos a ese lugar por un dato de un lugareño que me dijo hace 10 años, diciéndome que una hermana había encontrado unos huesos enterrados pensando que eran de vacas. Cuando le empecé a preguntar, me di cuenta que no eran de vaca. Cuando fuimos encontramos un huesito, volvimos unos días después y hemos hecho una campaña consiguiendo los fondos hasta el descubrimiento de este yacimiento”, recordó.
También destacó que se trata de una “zona desértica, muy calurosa. En las cercanías hay un poblado de varias familias, pero es un acceso muy difícil porque es todo con montes”. Tal es así que tardaban 4 horas en recorrer 25 kilómetros cada vez que debían llegar.
Ahora seguirán trabajando, pero claro, como sucede habitualmente en la arqueología y la paleontología, es difícil encontrar respaldo: “el gran problema nuestro es la financiación. Hemos tenido escasos recursos, se nos ha desvalorizado la plata en todo este tiempo y ahora estamos viendo cómo hacemos para conseguir el dinero de la próxima campaña y hemos recibido una buena respuesta del gobierno provincial”, se ilusionó. El desafío es importante porque cuentan con un amplio grupo de trabajo: “en el equipo trabajan muchos voluntarios, pero no pudieron ir porque no teníamos espacio, pero cuando hacemos campaña trabajamos entre 12 y 15 personas”, argumentó.
El descubrimiento es una realidad, pero seguirán trabajando en la identificación de las diferentes especies y, sobre todo, buscando datos que lleven a entender mejor la evolución.