Un estudio sugiere que su ingesta en exceso podría estar detrás del aumento de las fracturas, del envejecimiento prematuro, de las enfermedades cardiovasculares e, incluso, la muerte.
Un dieta rica en productos lácteos podría no ser buena para fortalecer los huesos como se pensaba, incluso llegaría a incrementar la mortalidad, según un estudio que publica la revista British Medical Journal.
Los investigadores estudiaron el consumo de lácteos de unas 100.000 personas en Suecia a lo largo de 20 años. De esta manera se llegó a conocer que había una relación entre los que consumían más de tres vasos de leche diarios y el aumento de la mortalidad y las fracturas óseas. Por el contrario, las personas que tomaban menos leche presentaban unos índices de salud mejores y sufrían menos fracturas.
La leche contiene 18 de 22 nutrientes esenciales, incluyendo calcio, fósforo y vitamina D, de importancia de especial para el esqueleto. La absorción intestinal de estos nutrientes se ve reforzada por la capacidad enzimática para transformar la lactosa en D-glucosa y D-galactosa por la mutación en el gen de la lactasa. Según destaca el estudio, una exposición crónica a la D-galactosa es perjudicial para la salud. La galactosa induce cambios se asemejan envejecimiento natural en los seres vivos, incluyendo un acortamiento de la vida por el daño del estrés oxidativo., la inflamación crónica, la neurodegeneración o la disminución de la respuesta inmune. El aumento del estrés oxidativo con el envejecimiento y la inflamación crónica de bajo grado no es sólo un mecanismo patogénico de la enfermedad cardiovascular y el cáncer en humanos, sino un mecanismo de pérdida ósea relacionado con la edad y la sarcopenia.
El estudio confirmó estas teorías. Unas 60.000 personas del grupo analizado consumían leche en exceso y tenían dos veces las probabilidades de fallecer a causa de enfermedades del corazón. Además, en ellas aumentaba el riesgo de sufrir fracturas de cadera.
En todo caso, los autores del estudio llamaron a la cautela, dado que solo se han limitado a observar la evolución de las personas y no a un análisis directo de las causas de las afecciones que padecieron a lo largo de los años. También apuntan que los resultados pueden verse influenciados con el envejecimiento de los sujetos objetos del estudio y a que en Suecia la leche está enriquecida con vitamina A, entre otras variables.