Con violentos enfrentamientos concluyó en Bruselas una marcha de diversos sindicatos que se oponen al retraso de la edad de jubilación y a la suspensión de la indexación salarial anual. Hubo 20 heridos entre manifestantes y policías.
Más de 100.000 personas participaron este jueves en una gran manifestación en Bruselas contra las políticas sociales y laborales del nuevo Gobierno federal belga, que concluyó con violentos enfrentamientos entre algunos participantes y las fuerzas antidisturbios. Los choques produjeron una veintena de heridos, incluidos manifestantes y policías.
El frente sindical formado por los cristianodemócratas del CSC, los socialistas del FGTB y los liberales del CGSL convocaron a la marcha en Bruselas y otras protestas contra el acuerdo logrado por la coalición de centroderecha que gobierna en Bélgica desde el 11 de octubre.
Los sindicatos se oponen al retraso de la edad de jubilación, a las reformas en las pensiones o a suspender la indexación salarial anual, medidas incluidas en el pacto gubernamental.
Los manifestantes recorrieron gran parte del centro de la capital belga, lo que causó serios problemas al transporte público.
Los altercados se produjeron en el tramo final de la manifestación, cuando un grupo formado por varios centenares de manifestantes se enfrentó a la policía antidisturbios con adoquines, piedras, huevos y otros objetos.
Entre otros incidentes, se produjo el vuelco de un turismo en mitad de la carretera, el incendio de vehículos, incluidas varias motos de la policía, y numerosos desperfectos en la calle.
El cordón policial desplegado respondió con gases lacrimógenos y agua a presión para dispersar a los manifestantes violentos, que no cesaron de encender petardos y bengalas durante la marcha.
El secretario general del sindicato CGSLB, Oliver Valentin, dijo que el objetivo era transmitir al nuevo Gobierno el mensaje de que “hay medidas inaceptables para los trabajadores y para los interlocutores sociales”.