Esta mañana, en la 99.9, Vanesa, madre de dos alumnos que concurren a la Escuela 2 se refirió a la situación de los niños que no pueden estudiar como debieran porque no se solucionan los problemas edilicios. “Esta es la escuela que yo elegí para los chicos, la educación pública no me la saca nadie”, puntualizó.
La situación que sigue atravesando aún hoy la comunidad educativa de la Escuela 2 de Mar del Plata, es increíble. El estado deplorable de los techos sigue sin solucionarse y, mientras tanto, entre los tironeos de unos y otros, los niños terminan siendo las víctimas.
Esta mañana, en la 99.9, habló Vanesa, madre de dos alumnos del establecimiento: “tengo un nene en segundo grado, una nena en cuarto grado y el año que viene tenía que empezar el colegio mi tercer hijo. Esta es la escuela que yo elegí para los chicos, la educación pública no me la saca nadie”, afirmó.
Con la intención de que sus hijos sigan estudiando en el lugar que han elegido, se encolumnó detrás de los padres que están tratando de encontrar una respuesta positiva de las autoridades para arreglar un techo y volver al lugar donde tendrían que estar: “tanto yo, como mi marido, somos todos egresados de la educación pública. Hoy la incertidumbre está haciendo que los chicos se tengan que cambiar de colegio”, aseguró.
Todos aportan lo que pueden, pero la situación para brindar clases en otra escuela que además tiene sus propios alumnos, termina haciendo que la educación no sea tal. “Desde el lado de las maestras, están haciendo lo posible para que continúe el programa. En el turno mañana, los chicos tienen clases dos veces por semana por falta de espacio. En otros turnos pasa que hay dos grados en un aula, hay un montón de nenes que dejaron de ir y se pierden otros espacios como las clases de música”, dijo Vanesa.
Desde el ejemplo, es muy difícil educar así a los niños que hoy están ávidos por tener valores y conocimientos. “Los chicos están tristes, quieren ir a su escuela y nada más, no a otra. No entienden porque pasan cosas así. Nosotros tampoco entendemos, hay un doble discurso constante porque nosotros les decimos algo a los chicos para que sepan que estudiar es fundamental y después no pueden concurrir ni siquiera al colegio”, contó.
El tiempo pasa y nada cambia, por el contrario, empieza a empeorar: “sentimos una gran impotencia, alguien tiene que poner este tema como prioridad. En la escuela que nos recibió las condiciones son las mismas que en la escuela nuestra”, finalizó.