El arrepentido y ex director de la petrolera Paulo Roberto Costa declaró en el Congreso que el sistema, que beneficia a políticos del oficialismo, está enquistado en los contratos de infraestructura.
El gigantesco esquema de corrupción dentro de Petrobras se repite en todos los sectores de la economía brasileña. Por lo menos así lo reveló ayer ante el Congreso el arrepentido ex director Paulo Roberto Costa, que ratificó que ejecutivos de la compañía cobraban sobornos de empresarios para garantizarles contratos, y ese dinero beneficiaba a políticos de la coalición gobernante.
“Lo que sucede en Petrobras ocurre en todo Brasil, en las rutas, las líneas ferroviarias, los puertos, los aeropuertos e hidroeléctricas. Es sólo cuestión de averiguar por qué sucede”, afirmó Costa, ex director de Abastecimiento de Petrobras (2004-2012), ante una comisión de investigación mixta de diputados y senadores.
Arrestado por la policía federal en marzo de este año, Costa, que actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario en Río de Janeiro, llegó a un acuerdo con el Ministerio Público para delatar a otros involucrados en la red de corrupción a cambio de una reducción en su pena. Las autoridades judiciales estiman que en la última década se movilizaron unos 10.000 millones de reales (4000 millones de dólares) en la trama por la que ya fueron detenidos dos directores de Petrobras y una veintena de empresarios de las mayores constructoras del país.
“Todo lo que dije ahí [en el acuerdo de «delación premiada»] lo confirmo. No hay nada allí que no confirme. Es un instrumento serio, que no puede ser usado como artificio, de mentira, que no pueda ser confirmado. Las pruebas existen y están siendo presentadas. Hablé de hechos, de personas. En el momento oportuno, serán de conocimiento público”, agregó al referirse a los términos secretos en que se dieron sus revelaciones a la Justicia en los últimos meses.
La filtración de algunos datos del llamado escándalo “petrolão” sacudió la campaña electoral en la que la presidenta Dilma Rousseff ganó un segundo turno, pese a las acusaciones de que políticos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), así como de sus aliados del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y del Partido Progresista (PP) recibieron dinero de los negocios irregulares de Petrobras. Costa se negó a dar detalles sobre los involucrados en los partidos, pero al ser preguntado varias veces por el diputado Enio Bacci, del Partido Democrático Laborista, señaló: “Me está poniendo en una situación difícil, pero son algunas decenas”.
En las casi tres horas de audiencia en el Congreso, Costa también confirmó que, como había revelado hace unas semanas la revista Veja, él mismo envió en 2009 un mensaje de correo electrónico a Rousseff cuando ésta era presidenta del Consejo de Administración de la estatal y jefa de Gabinete de Luiz Inacio Lula da Silva, en el que advertía sobre irregularidades en obras de Petrobras que no podían avanzar por ser cuestionadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión.
“Era de conocimiento del presidente de la compañía, y, contrariamente a lo que salió en la prensa, de que yo me favorecería por continuar con ese proceso, no es verdad porque aquel proceso me estaba enojando. Yo no estaba satisfecho con ese proceso”, resaltó, y aclaró que nunca habló del tema personalmente con Rousseff o Lula.
Al ser cuestionado sobre por qué decidió renunciar, Costa dijo que ya no aguantaba más la presión que tenía para resolver problemas que no eran de su área. Indicó que decidió aceptar el mecanismo de delación premiada para “limpiar su alma” y a pedido de su esposa e hija, quienes le hicieron ver que él no tenía por qué pagar por todo solo.
Más allá de las declaraciones de Costa, la sesión de la comisión tuvo como propósito carear al ex director de Abastecimiento de Petrobras con el ex director del área Internacional de la estatal, Néstor Cerveró, quien reiteró que no estaba al tanto de la red de corrupción que implicó también negocios en el exterior, por lo menos en Estados Unidos y Japón.
“No conozco los términos de la delación premiada. No voy a responder a preguntas que desconozco. Pero ratifico lo que dije anteriormente aquí: no recibí sobornos”, afirmó Cerveró al ser cuestionado por las revelaciones de Costa que presuntamente lo salpican.