Cinco rehenes han abandonado el local a la carrera. La Policía ha cerrado parte del centro de la ciudad. La Ópera también ha sido evacuada por un paquete sospechoso.
Cinco personas han salido, por el momento, de la cafetería de Sídney que permanece tomada desde primeras horas de la mañana por un hombre armado y donde hay un número indeterminado de rehenes. «Podemos confirmar que tres personas han salido del lugar de Martin Place», ha señalado Catherine Burn, subcomisionada de la policía australiana.
No está claro si el trío, uno de ellos un hombre con un delantal, ha escapado o han sido liberados por el secuestrador después de seis horas de cautividad, mientras las autoridades han señalado que la prioridad es probar que están «bien» para después proceder al interrogatorio sobre la situación dentro del establecimiento. «Dos han salido por la puerta delantera de la cafetería Lindt. Uno por la puerta de incendios. Ellos tenían las manos en el aire. Parecen estar seguros», ha publicado la reportera Lucy Carter de la cadena local ABC a través de un mensaje en Twitter. Casi una hora después, las cadenas de televisión transmitieron imágenes de otras dos mujeres que salían corriendo del local.
La Policía australiana ha cerrado a primera hora de este lunes parte del centro de Sídney después de la ocupación de un popular café de la zona y la toma de hasta cuarenta rehenes, según ha asegurado la compañía propietaria de la cafetería, Lindt Australia. Dos supuestos rehenes, ambos mujeres, han sujetado contra el cristal de la entrada una bandera negra con un texto en árabe en el que se lee «No hay otro Dios que Alá y Mahoma es el mensajero de Dios». La cadena local ABC afirma que no es un emblema del Estado Islámico (EI), sino una shahada o declaración de la fe islámica.
Un varón de unos 40 años, con rasgos árabes y barba, ha sido identificado por los medios como el supuesto secuestrador. Las primeras imágenes publicadas por el canal «9 News» mostraban al secuestrador con ropa negra, una mochila y un gorro con lo que parecen inscripciones en árabe.
Se trata de un hombre armado con presuntos vínculos con una organización terrorista. Alrededor de la zona hay más de dos docenas de personal de unidades especiales y otro medio centenar de agentes y detectives vestidos de civil y con chalecos antibalas. Casi todos los medios australianos emiten en directo desde el lugar de los hechos, en la zona financiera de Martin Place, en donde se encuentra el Banco de la Reserva, el centro de noticias del Canal 7 y cerca del parlamento estatal de Nueva Gales del Sur.
El área de Martin Place y la Casa de la Ópera de Sídney han sido evacuadas, mientras que los autobuses que transitan por la zona han sido desviados, según la ABC.
Reunión urgente del Gobierno
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, ha convocado de forma urgente de una reunión del Comité de Seguridad Nacional en respuesta al incidente. En rueda de prensa, Abbott ha asegurado que por el momento se desconocen sus intenciones o motivaciones. El pasado mes de septiembre el país elevó la alerta terrorista al nivel «alto» ante la amenaza de que se produzcan atentados en medio de la ofensiva internacional contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
Tony Abbott ha descrito el incidente como un «muy preocupante» y ha garantizado que las fuerzas de seguridad actuarán de manera «profesional».
Este secuestro coincide con la detención, en un operativo separado, de un hombre de 25 años en el noroeste de Sídney por presuntos delitos por terrorismo. El arresto está vinculado a un plan para perpetrar un ataque terrorista en suelo australiano y la facilitación del desplazamiento de ciudadanos australianos a Siria, según medios locales.
Sin constancia de españoles retenidos
Por otro lado, el cónsul general en Sidney, Álvaro Iranzo, ha afirmado que no hay constancia de que haya ningún español entre los rehenes retenidos, aunque ha dejado claro que hay que ser prudentes porque las autoridades australianas no han facilitado la identidad del secuestrador ni de sus víctimas.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Iranzo ha explicado que la Policía australiana no utiliza el término terrorista y sólo ha dicho que el secuestrador es «una persona armada con motivación política», aunque las imágenes han permitido ver a dos rehenes obligados a mostrar una banderola negra con una inscripción en árabe, el primer versículo del Corán, que es la profesión de fe de los musulmanes.