Finalmente sucedió. Después de años y años en los que los marplatenses nos quejamos del uso y abuso que hacen los concesionarios y propietarios del sector público de las playas, la municipalidad tomó cartas en el asunto y clausuró un balneario por echar a quienes pretendían, con toda razón, ubicarse en un sector de la costa que, de acuerdo a la ley provincial, es de todos. El coordinador de la defensoría del pueblo, Fernando Rizzi, opinó esta mañana en la 99.9 del asunto en una entrevista realizada por José Luis Jacobo.
“Me parece que es importante el precedente y también que la gente sepa que, si manifiesta su queja, va a ser escuchada” dijo. “Es una situación que ni siquiera debería llegar a producirse, porque sabemos que, cuando el estado municipal está presente, con su acción de control y de resguardo de los intereses públicos, esto no llega a pasar”.
“Sin embargo sabemos que hay especulación” continuó “y que, cuando se sabe que la municipalidad puede no estar controlando se pone un cartel que dice ‘esto es playa de uso privado, no colocar sobrillas’, o se manda a alguien a retirar a la gente. Esto es algo serio, porque alguien decide sobre la libertad de otra persona en un espacio que es de uso público y no privado”
Rizzi manifestó la importancia de que se perpetúen esta clase de controles, a pesar de las manifestaciones de algunos dueños o concesionarios de balnearios que manifestaron su oposición a la clausura por parte de la municipalidad. Sin embargo, también destacó, que hubo representantes del sector que se manifestaron a favor de la medida.
“Recordemos que estos balnearios son privados, y que tienen distintos inquilinos, y cada uno lleva adelante la explotación a su manera, más allá de que, en lo formal, todos pertenezcan a una misma firma” dijo también. “Es positivo que algunos se manifiesten en el sentido de comprometerse a respetar el espacio de todos”.
Al respecto de por qué esta situación se suele dar en las playas del sur de la ciudad, Rizzi aclaró: “La situación jurídica de estas playas es distinta. Estas playas, desde la época fundacional de la ciudad, quedaron como propiedad de la familia Peralta Ramos. Estas playas no tienen concesionarios, tienen dueños. Sin embargo, de acuerdo al código civil y al código de aguas de la Provincia de Buenos Aires, hay un sector de toda playa que es público, y tiene que permanecer de esta manera”.