El segundo extra, resultado de actualizar la velocidad de rotación terrestre, se añadirá de forma automática en los relojes atómicos el próximo 30 de junio
Si un año normal dura 31.556.926 segundos, el 2015 durará un segundo más. Es decir, 31.556.927 segundos. ¿La razón? Poner, literalmente, en hora los relojes atómicos en relación a la velocidad de rotación de la Tierra.
Aunque puede parecer una pequeñez por un segundo de nada, lo cierto es que esta actualización se debe llevar a cabo de forma periódica porque si no cada 500 años los relojes de la Tierra tendrían un retraso de una hora, según precisó al diario galo Ouest-France el director del servicio de rotación de la Tierra del SYRTE, Daniel Gambis. Y este 2015 no será un año pionero. Desde 1972, los relojes han añadido hasta 24 segundos suplementarios para actualizar la velocidad de rotación de la Tierra, gracias a tecnologías de medición del tiempo más precisas.
Este segundo extra del que contará el 2015 se añadirá de forma automática en los relojes atómicos de todo el mundo el próximo 30 de junio, según explicó a Efe un responsable del organismo el Sistema de Referencia Tiempo-Espacio (SYRTE), con sede en París y encargado de su regulación. Es decir, que el último martes del sexto mes durará 86.401 segundos, cuando lo normal es 86.400.
¿Y cómo se llevará a cabo? Los relojes atómicos pasarán del segundo 23:59:59 al 23:59:60 y, finalmente, al 00:00:00, siempre en horario GMT. En principio, los aparatos informáticos deberían asimilar el cambio automáticamente, aunque no se puede descartar que existan desajustes pues cada dispositivo está concebido de una manera, explicó a Efe un responsable del SYRTE, Michel Abgrall.