En París, la mayor parte de los quioscos del centro de la ciudad se quedaron sin ejemplares antes de las 4, hora argentina. La tirada fue de tres millones.
En las estaciones, como en la del Este, se formaron colas de varias decenas de personas delante de los puntos de venta de prensa, que se disolvían al recibir la noticia que no había más ejemplares de la revista.
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“Charlie Hebdo” había indicado que el número especial tras el atentado mortal de la semana pasada tendría una tirada de un millón de ejemplares, aunque luego elevó la cifra a tres millones ante las muestras de interés llegadas de todo el mundo. En Francia, la salida a los quioscos se va a escalonar durante varios días.
Además, la justicia francesa abrió una investigación sobre las amenazas que recibió el semanario satírico y de información “Le Canard Enchaîné” un día después del atentado mortal contra “Charlie Hebdo”.
“Le Canard Enchaîné” explicó en su edición de hoy que en el mensaje, que recibió en forma de correo electrónico el día 8, se advertía de que “es su turno” y que los masacrarán no con Kalashnikov, como ocurrió en el ataque de “Charlie Hebdo”, sino “con hacha”.
“Le Canard Enchaîné” dedicó su número de esta semana a sus colegas de “Charlie Hebdo” con un editorial titulado: “El momento es trágico, riamos”.
La publicación indicó que en otros tiempos, “ese correo habría terminado en la papelera como muchos otros”, pero ahora “a la vista del contexto, la Fiscalía se lo tomó en serio y reforzó la vigilancia del periódico y abrió una investigación”.
Además de una imagen de Cabu, uno de los dibujantes asesinados de “Charlie Hebdo”, a la que un hombre rinde homenaje sacándose el sombrero, en una de las caricaturas de la tapa de “Le Canard” se puede ver a un dirigente yihadista que le dice a dos terroristas encapuchados: “Maten a los caricaturistas, a los policías y a los judíos, sea cual sea su profesión”.