La Cámara de la Industria Pesquera Argentina quiere destacar, en relación a algunas publicaciones, que en materia pesquera no es todo oro lo que reluce.
Es cierto que el año 2014 finalizó con un record de exportaciones del sector pesquero.
Pero también es cierto que ese record debe ser interpretado y analizado correctamente para no caer en errores que pueden ser sumamente importantes.
Debe destacarse que el record indicado está dado por la exportación de la especie langostino, que no es la especie principal que se produce en el Puerto local.
En el año 2013, las empresas radicadas en Mar del Plata, participaron en el 54.99% del total de las descargas del país, y en el año 2014, en un 53.36% del total de las descargas.
En el año 2013, Mar del Plata obtuvo el 43.6% de la captura de calamar, el 3,61% de la captura de langostino y el 71.38 % de la captura de merluza.
En el año 2014, las cifras son similares habiendo participado el Puerto de Mar del Plata, en el 52.56% de las descargas de calamar, en el 3.44% de las de langostino y en el 71.87% de la merluza.
Esto demuestra que la principal pesca que se captura y procesa en Mar del Plata es la merluza, y le siguen en importancia en variado costero y el calamar.
Todo el mundo sabe que las especies que se convierten en filetes son las que necesitan mayor nivel de ocupación, ya que requiere importante mano de obra, mayor infraestructura y mayores costos de empaque y conservación.
Esto demuestra que, a pesar del record de exportaciones, la situación de quebranto que afecta a la industria de Mar del Plata y que se arrastra desde hace ya un buen período de tiempo, no ha tenido mayores cambios.
Prueba de todo ello es que desde el año 2010 a la fecha, el gasoil se incrementó en un 299,55%, los salarios se incrementaron en un 245%, y en igual o mayor porcentaje todos los insumos que utiliza la industria pesquera. En igual periodo, el dólar que reciben por sus exportaciones las empresas se incremento en un 125.60%, lo que demuestra a todas luces cuál es la situación del sector.
Pero como de costumbre alguno se preguntará: ¿por qué siguen trabajando si pierden dinero?
La explicación es muy simple. La legislación pesquera establece que el titular de una cuota de pesca debe pescar el 90% de la misma, bajo apercibimiento de perderla, lo que hace que las empresas aun sin rentabilidad, siguen produciendo para mantener las cuotas que le fueron asignadas.
Por otra parte, cualquier disminución parcial de la actividad, que pueda significar reducción del personal es hoy imposible realizarla, ya que si se intentara se pondría en peligro el resto de la actividad, porque los diferendos no se resuelven en la justicia sino en la leyes del piquete, y cesarla en forma total es imposible para las empresas porque como se encuentra descapitalizadas, no tienen los medios para indemnizar a su personal.
A pesar de la situación, debe destacarse que el Estado por retenciones a los productos pesqueros, está recaudando, en una estimación simple, no menos de U$S 105.000.000.- por año, que significan al cambio oficial $ 892.000.000.-
Ese hecho merece ser destacado porque, a pesar de haber sido convocado el sector pesquero por la Jefatura de Gabinete el año pasado, para analizar la grave situación del sector, hasta la fecha no se han obtenido resultados de la reunión de la que participaron todas las entidades de la pesca.
Fernando Manuel Rivera
Presidente