El ex titular de la SIDE, Miguel Ángel Toma indicó esta mañana en la 99.9 que Jorge Stiusso según su experiencia, ha sido un agente “muy prestigiado internacionalmente y muy eficiente”. Además, defendió la tarea de la Secretaría: “la demonización de los servicios de inteligencia y de la persona de Jaime Stiusso tiene que ver con sumar un nuevo elemento a la larga lista de supuestos enemigos y complotadores que elaboró el gobierno para justificar sus propios errores”.
La presidenta Cristina Fernández en su último discurso a través de la Cadena Nacional puso en el centro de la escena por el caso Nisman a Diego Lagomarsino, pero también a la SIDE anunciando que la iban a desmantelar y en su lugar crear una nueva agencia.
El ex titular de la Secretaría de Inteligencia de Estado, Miguel Ángel Toma, habló esta mañana en la 99.9 sobre los trabajos que realiza el organismo y defendió la labor de Jorge Stiusso, uno de los hombres apuntado en esta causa y que está enfrentado con el gobierno: “Stiusso es un eficaz agente de inteligencia, hablo por mi propia experiencia. Puedo contar lo que fue mi gestión en la Secretaría y el rol de Jaime Stiusso. Habiendo sido mi subordinado fue un agente de inteligencia muy prestigiado internacionalmente y muy eficiente; eso es lo que yo puedo decir”, dijo. Luego abundó: “como no tengo ningún interés particular porque no soy candidato a nada, es lo que yo puedo decir y tengo pruebas al respecto”.
Para Toma, que ejerció ese cargo con Duhalde como presidente, la idea de arremeter contra la SIDE tiene objetivos políticos claros. “La demonización de los servicios de inteligencia y de la persona de Jaime Stiusso tiene que ver con sumar un nuevo elemento a la larga lista de supuestos enemigos y complotadores que elaboró el gobierno para justificar sus propios errores”, sentenció.
Lejos de las tramas increíbles que se tejen hoy alrededor de los servicios de inteligencia, Miguel Ángel Toma se encargó de poner en foco la verdadera labor que deben cumplir: “Duhalde jamás me pidió nada irregular, me fijó los objetivos, los cumplí y jamás le llevé una carpeta o la grabación de una escucha. Estábamos preocupados y abocados a dar un servicio a la sociedad. El problema no es de las instituciones ni de los miembros, sino de quienes la conducen, como decía Perón el pescado se pudre por la cabeza”.
Hoy el gobierno busca nuevos enemigos en otros ámbitos y para Toma tiene que ver con parte del propio ADN que tiene este movimiento político: “parte de la identidad del kirchnerismo es que el poder se construye en base a la confrontación. Quien piensa distinto no es sólo un adversario político al que hay que respetar, sino que es un enemigo al que hay que aniquilar. Se reinstala la dialéctica perversa de la guerra, que fue parte de la política de los 70”.
Incluso fue un poco más allá y recordó como vivió el momento en el cuál se enteró de la muerte del fiscal Nisman: “lo que sentí cuando me enteré fue que de nuevo el olor a pólvora y el estampido de los disparos se habían instalado nuevamente como instrumento para resolver los conflictos de poder en Argentina. Sentí que habíamos retrocedido en el túnel del tiempo”, concluyó.