En el juzgado explicaron que las tachaduras en la denuncia de Nisman se debían a una decisión de Lijo por preservar las pruebas. Además, en la fiscalía de Fein desmintieron que existiera una hoja tachada por el propio Nisman.
Las 290 páginas de la denuncia del fiscal Alberto Nisman buscaron agitar otra vez una trama de intrigas. Antes de morir, el fiscal presentó la denuncia en el juzgado de Ariel Lijo, a cargo de la causa por encubrimiento del atentado. Lijo difundió la denuncia después de la muerte del fiscal. En la página 287, la denuncia llevaba varias líneas tachadas. Ayer el sitio el Centro de Información Judicial (CIJ) de la Corte Suprema aclaró en un comunicado que esas tachaduras fueron hechas por el propio juzgado antes de dar a difundir la denuncia y como medida de preservación de la prueba. De esa manera, el CIJ desmintió una información publicada por el diario Clarín que decía que había una denuncia descartada por Nisman, que él había hecho tachaduras a último momento y que en ellas pedía el desafuero y detención de CFK y del canciller Héctor Timerman.
“El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4, a cargo del juez Ariel Lijo, aclara que la denuncia de la Unidad Fiscal de Investigación para la causa Amia presentada ante este tribunal fue recibida sin testado (tachadura) alguno y que fue decisión de este juzgado suprimir (tachar) del texto oportunamente difundido a través del Centro de Información Judicial (CIJ) la diligencia de prueba requerida en esa denuncia por el fiscal Alberto Nisman como medida de preservación de lo allí solicitado. Se trata sólo de supresión de medidas de prueba y no de ninguna otra petición sustancial respecto de los presuntos imputados. Esa versión fue publicada por el CIJ sin modificación alguna.”
El comunicado se emitió a pedido del propio juzgado porque durante toda la mañana se cansaron de atender llamadas para aclarar que la información de Clarín no era cierta. El matutino sugirió que existían dos denuncias. Una, la que Nisman presentó en el juzgado y luego distribuyó el juez. Y otra que se encontró en su departamento, en un tacho de basura. En esa versión supuestamente el fiscal habría tachado a “último momento” fragmentos como la detención y pedidos de indagatoria de la Presidenta y el canciller. Fuentes del juzgado consultadas por este diario negaron tal cosa.
En ese sentido, aseguraron:
1. Que las tachaduras las hizo el propio juzgado para no dar a conocer públicamente medidas de prueba en una investigación que aún esta en trámite.
2. Que en el texto tachado no había pedidos de detenciones ni indagatorias.
El dato que parece certificar finalmente que todo esto es cierto es la imagen. No hay ningún tipo de diferencia visible entre la página 287, emitida por el CIJ el 20 de enero, y la página 287 publicada en la edición ayer del gran diario bajo el epígrafe: “Nisman tachó varios de sus pedidos originales con tinta”.
A las desmentidas se sumó la fiscalía. La nota indica que una copia de esa denuncia descartada está en el expediente de Viviana Fein. Según la agencia Télam, fuentes cercanas a la fiscalía que investiga las causas del deceso de Nisman aseguraron no tener constancia de que el expediente cuente con una hoja desechada por el fiscal en la que se soliciten desafueros. Las fuentes señalaron que “no consta” que esa hoja haya sido incorporada al expediente y que “la información está tachada por el juzgado porque se hace por protocolo para no adelantarles a los investigados las medidas que se van a realizar”.
Nuevos elementos
La investigación por la muerte, en tanto, debe sumar piezas más importantes en estos días.
– El análisis de los teléfonos de Alberto Nisman, que eran tres según la fiscalía, sobre el teléfono de Diego Lagomarsino y sobre computadoras. Sobre este tema la fiscal Viviana Fein espera que la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, presente un perito de parte para presenciar los análisis. Hasta el viernes no había sucedido esto. Se espera que suceda mañana. De allí se podría saber con quién habló Nisman antes de morir, cuándo y cómo. Se van a analizar también mensajes de texto. Uno de los datos que se espera saber de este análisis es si el fiscal recibió una llamada de Antonio Stiuso. Lagomarsino había dicho a este diario, a través de una jueza amiga, que Stiuso le dijo a Nisman que se cuidara de los fiscales.
– Otro resultado esperado son los resultados de los exámenes histopatológicos y toxicológicos. Buscan verificar si Nisman había ingerido o estaba bajo efecto de sustancias que hayan operado sobre su voluntad. Un dato hasta ahora descartado por otros elementos como el examen de ADN.
– Hay exámenes pendientes sobre las cámaras de seguridad. Pero también se espera saber si la fiscal Fein llamará a declarar a la jueza amiga de Lagomarsino que habló con Página/12. Lagomarsino brindó una conferencia de prensa la semana pasada. Allí confirmó la información publicada por este diario sobre su relación con el fiscal Nisman días antes, pero lo único que no dijo es el dato sobre la llamada de Stiuso. Esta jueza allegada hizo saber que está dispuesta a repetir esto mismo ante la fiscalía en caso de que la citen a declarar.