Ocurrió cuando dos delincuentes entraron a robar a un almacén. Los investigadores creen que se les escapó el tiro. Hay dos detenidos.
Una mujer de 33 años fue asesinada de un balazo en el pecho cuando dos delincuentes asaltaron el almacén para el que trabajaba en la ciudad bonaerense de Necochea.
Por el crimen, según consignó Tiempo Argentino, la policía detuvo a un adolescente de 17 años y a un joven de 19 como presuntos autores.
Fuentes policiales informaron a Télam que el hecho ocurrió el sábado alrededor de las 22:30 en un comercio ubicado en la calle 71 al 3600, entre 78 y 80, donde la víctima, Valeria Ortiz, se encontraba junto a la pareja dueña del negocio.
En ese momento, dos delincuentes irrumpieron en el lugar y uno de ellos extrajo un arma de fuego y amenazó a los comerciantes para que le entregaran el dinero de la recaudación que había en la caja registradora.
Según las fuentes, los delincuentes se apoderaron de unos 300 pesos en efectivo y cuando estaban por abandonar el almacén el que estaba armado efectuó un disparo que impactó en el tórax de Ortiz.
Tras el disparo, los asaltantes escaparon corriendo, mientras que la mujer murió en el lugar antes de que pudiera ser auxiliada por personal médico de emergencias que arribó al lugar en una ambulancia.
En tanto, la policía constató que en el almacén no había cámaras de seguridad que hayan captado imágenes de lo ocurrido, al tiempo que los peritos secuestraron una vaina calibre 9 milímetros, perteneciente al proyectil que mató a Ortiz.
Un jefe policial que participa de la investigación explicó a Télam que “las tres personas que estaban en el almacén no se resistieron” al asalto, por lo que se sospecha que el delincuente que disparó pudo haberse asustado o quiso intimidar.
“El balazo atravesó una caramelera de vidrio y dio en la zona del tórax de la mujer que estaba del otro lado del mostrador”, precisó el vocero.
Por su parte, la dueña del comercio, de nombre Graciela, contó a la prensa local que la víctima y ella estaban “una al lado de la otra” y que fue Ortiz quien se dio cuenta primero de que se trataba de un asalto.
“Me dice a mí y yo le grito a Héctor (su esposo) que estaban robando, a lo mejor cuando yo le grito se asustó (el delincuente)”, relató la mujer, que agregó que cuando ella escuchó el disparo, Ortiz le dijo “me dieron, me dieron”.
Ortiz tenía dos hijos y solía ir al almacén los sábado para ayudarlos a ella y su marido. “Los chicos no tienen más nadie que a ella, pobrecitos, no se puede creer. No faltaba nada para cerrar”, concluyó la mujer.
Ayer por la mañana, tras una serie de procedimientos, fueron detenidos los dos sospechosos.