La entidad argumentará ante Griesa que los bonos en litigio son emitidos, pagados y legislados fuera de los Estados Unidos.
Los abogados del Citibank harán hoy ante el juez Thomas Griesa una de las más firmes defensas que quizá haya recibido, aunque sea indirectamente, el país ante ese tribunal dentro del “juicio del siglo” contra los fondos buitre. La entidad financiera planteará hoy la nulidad del pedido del NML Elliott para que el magistrado de Nueva York prohíba el pago de deuda argentina fuera de la jurisdicción de Nueva York, al asegurar que los títulos públicos emitidos bajo legislación local no pueden estar alcanzados por el fallo de 2012 de Griesa y, por lo tanto, no pueden ser embargados, tal como reclaman los fondos buitre. Según el escrito firmado por la abogada Karen Wagner, del estudio Davis Polk, Argentina tiene absoluta habilitación para pagar su deuda voluntaria emitida en el país sin que los fondos buitre avancen sobre ella ya que está emitida, regulada y liquidada por el Gobierno argentino dentro del país. Según las argumentaciones, esta situación incluso provoca que los tenedores de estos bonos tengan un riesgo aún mayor por el que el país paga además intereses mayores. Según el banco, la misma supervivencia del Citibank en la Argentina y la estabilidad de sus empleados están en crisis si avanzara la voluntad de embargo de Griesa sobre el pago de esta deuda. La entidad financiera se presentará hoy con estos argumentos ante Griesa, en una nueva audiencia en su juzgado, la primera abierta en lo que va del año, programada para las 14 (hora de Buenos Aires) y donde el tema en debate será precisamente la autorización para que el Citibank pueda pagar los intereses de bonos en dólares emitidos bajo ley argentina, actualmente en un limbo jurídico. Hasta el momento, Griesa fue habilitando esos pagos, trimestrales, al tiempo que mantiene bloqueado desde julio pasado en el Bank of New York (BoNY) un depósito de 539 millones de dólares que efectuó la Argentina para tenedores de bonos reestructurados en dólares bajo legislación estadounidense y en euros bajo legislación inglesa. Sobre este capítulo, la Argentina recibió el pasado 13 de febrero una buena noticia desde el Reino Unido, cuando un juez británico dictaminó que una cuenta del BoNY en Londres para pagar deuda argentina está cubierta por la ley inglesa, aunque evitó ordenar que se libere la transferencia para no inmiscuirse en el litigio que lleva adelante Griesa. &Bull;
Los puntos más importantes del escrito que hoy presentará Wagner ante el juzgado de Griesa son los siguientes.
•La misma licencia del Citibank Argentina y su propia existencia en el país está en peligro y sus empleados, en riesgo de responsabilidad penal.
•La legislación de emisión de títulos públicos argentina no está dentro de los alcances de la cláusula pari passu y la sentencia no alcanza a las leyes argentinas o a Citibank Argentina.
•Por consiguiente, en lo referido a los bonos con legislación argentina, no debe entrar en desacato.
•La Corte está siendo obligada a interpretación radicalizada de los demandantes, lo que no debe prosperar.
•Los bonos emitidos bajo legislación argentina están nominados en moneda extranjera, pero bajo jurisdicción del país.
•Estos bonos emitidos bajo jurisdicción argentina son válidos sólo en la Argentina, se pagan únicamente en la Argentina, y son considerados como deuda interna porque están sujetos a la legislación local y tienen menor protección por lo que acarrean un riesgo mayor que la deuda externa.
•Incluso estos bonos sólo pueden ser canjeados por otros bonos de jurisdicción argentina, y nunca fuera de la legislación de ese país.
•Los certificados de esta deuda están registrados sólo en la Argentina. Los pagos de capital se realizan sólo en la Argentina. Las liquidaciones de intereses sólo se depositan en la Argentina. Están emitidos sólo por regulaciones válidas en la Argentina.
•La deuda en cuestión, ante cualquier entredicho financiero, sólo puede ser objeto de una disputa judicial en tribunales argentinos.
•La forma en que los bonos con legislación argentina fueron ofrecidos y colocados en el mercado es muy diferente al resto de las emisiones de deuda soberana del país. Estos últimos están emitidos por entidades financieras radicadas fuera de la Argentina, los pagos de capital e intereses se realizan también en entidades radicadas fuera de la Argentina y los beneficiarios están protegidos por leyes de otros países fuera de la Argentina. Cualquier disputa judicial en referencia a emisión y cumplimiento de los compromisos de estos bonos está bajo la jurisdicción de otros sistemas judiciales que no son los argentinos.
•Queda claro que el dinero es depositado en la Argentina por el Banco Central y el agente pagador es la Caja de Valores, sin estar bajo sujeto de control y clearing de Euroclear o Clearstream.
•El responsable de cumplir con los pagos de vencimientos y con las regulaciones legales para la emisión y liquidación de los bonos bajo jurisdicción argentina es el Gobierno de ese país. El Citibank Argentina es una entidad liquidadora de segundo nivel sin ningún tipo de responsabilidad civil ni legal.
Sean o no legítimas las quejas y derechos de los demandantes en contra de la República Argentina, su posición en contra de Citibank Argentina es absolutamente errónea, y de ser tenida en cuenta por parte de la Justicia llevaría a una tremenda injusticia contra la entidad, y provocaría un severo riesgo para sus empleados.
Mientras tanto, ayer Griesa cerró el listado de acreedores que podrán presentarse en su juzgado para reclamar por su deuda en default desde diciembre de 2001, y que quieran sumarse a su fallo de 2012 a favor de los fondos buitre. Son los denominados “me too” y a partir de ahora formarán parte de la demanda formal que en su momento iniciaron Elliott, Olifant, Aurelius, ACP Master y unos 13 particulares argentinos que se presentaron ante Griesa. Se habla de un total de u$s 5.000 millones en reclamos, que primero deberán ser avalados por el juez y luego mostrados a los abogados argentinos del estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H), que a su vez tendrán hasta el 7 de abril para rechazar alguna de estas presentaciones.