La Administración Federal de Ingresos Públicos ( AFIP ) admitió que le pidió al grupo financiero HSBC que traiga al país US$ 3500 millones, monto que estima equivalente al dinero presuntamente evadido por contribuyentes argentinos en cuentas de ese banco en su filial suiza.
Así lo indicaron a LA NACION fuentes del organismo que conduce Ricardo Echegaray , tras una “negociación” entre el funcionario y dos representantes legales del holding el miércoles pasado durante 45 minutos. Ambos estaban en el país por una reunión global de abogados del banco “coordinada desde hacía dos meses”, según fuentes de esa entidad.
La noticia de la reunión fue publicada ayer en el diario Página 12, donde se indicó que “la AFIP rechazó por insuficiente una primera oferta del HSBC” para repatriar presuntamente esos fondos.
Sin embargo, un vocero del grupo HSBC dijo a LA NACION que, si bien la reunión existió, es “absolutamente falso” que se haya formulado una oferta concreta en ese sentido al organismo fiscal argentino.
Lo que sí mencionaron, según la fuente del banco, el director regional de Legales y el número dos de Legales del HSBC en la reunión, que comenzó a las 14,30, son los planes comerciales y crediticios que el banco tiene previstos para su filial local este año, “sin brindar cifras concretas”. Pero ese concepto es bien diferente del reconocimiento por parte de la entidad bancaria británica de su responsabilidad en la evasión denunciada por la AFIP y que investiga la justicia en lo penal tributario en la Argentina por 4040 cuentas de contribuyentes presuntamente no declaradas. Luego de que la AFIP hiciera pública su denuncia, en noviembre pasado, algunos de esos contribuyentes aclararon que sí tenían sus cuentas declaradas.
Más allá de los detalles técnicos y jurídicos, posiblemente la AFIP quiera demostrar que logró que el HSBC traiga dinero al país, según fuentes que participan de la negociación. “En la reunión se les dijo que inviertan en bonos públicos o en empresas, pero que traigan la plata”, explicó a LA NACION una fuente oficial muy al tanto de las conversaciones. Públicamente, Echegaray había reclamado que quería que el banco ingresara ese dinero a través del mercado único libre de cambios del Banco Central, sin brindar más detalles.
El otro pedido de Echegaray a los funcionarios internacionales fue que desplacen al presidente de HSBC Argentina, Gabriel Martino, a quien acusaron de haber tenido una cuenta sin declarar y de obstaculizar la negociación. Pero Martino dijo en varias oportunidades que esa cuenta estaba declarada, y la fuente del banco indicó que “no se aceptará ningún condicionamiento” para llegar a un eventual acuerdo con las autoridades argentinas.
En una declaración oficial, el banco expresó y aclaró que aunque “se ha dicho que la AFIP está tratando de recuperar US$ 3500 millones de clientes de HSBC que presuntamente fueron transferidos desde la Argentina, HSBC no reconoce esta figura, no recibió ninguna explicación de lo que esta cifra constituye ni cómo fue calculada”. El banco reiteró ayer que “cumple con todas las leyes y normas aplicables en la Argentina”.
Cuando LA NACION quiso saber en la AFIP ayer qué le ofreció al banco el organismo en esta “negociación”, la respuesta fue difusa, porque aclararon que la causa penal contra la entidad financiera seguirá su curso aunque “repatríen” los fondos. Tal vez, apostó la fuente al tanto de las negociaciones, quieran “lavar culpas”, pero el banco -si bien en Estados Unidos admitió su participación en maniobras ilícitas- en el caso de la Argentina reiteró ayer su “rechazo a la denuncia de su participación en asociación ilícita alguna”, tal como lo denunció la AFIP en 2014 ante la jueza en lo penal tributario María Verónica Straccia.
La información de las cuentas con la que cuenta la AFIP fue aportada por un ex ejecutivo del banco, Hervé Falciani, quien la robó antes de huir de Suiza y refugiarse en varios países hasta ser asilado en Francia, donde actualmente tiene rango de funcionario público.